En mi reciente visita al mercado divisé de lejos unos güisquiles “espinudos” como los conocemos, por lo que fue inevitable acercarme a comprarlos y por supuesto tenía en mente preparar unas chancletas con los mismos. Para mí es uno de los postres que más disfruto porque permite comerse en cualquier momento o servirse perfectamente después de un recado como un pepián, ya que por sus sabores y consistencia combina bien. Siempre habrá que tomar en cuenta su valor calórico por la adición de algunos ingredientes como crema o mantequilla; aunque como bien se dice, un gusto dulce de vez en cuando es agradable y será el final feliz de la comida…
El ingrediente principal de este postre es el güisquil o chayote como es conocido en otros países. Se consume en platos salados o en postres, suele ser preparado como puré y en este caso particular, se elabora y sirve dentro de la misma cáscara, para lo que se corta a la mitad, se retira la pulpa para preparar el relleno y se coloca de nuevo y se hornea.
El güisquil es apreciado nutricionalmente por su bajo contenido calórico y de sodio, pero siempre proporciona niveles altos de potasio y de vitamina C.
Al momento de adquirirlo, busque que esté firme, sin estar arrugado o seco, porque estará deteriorado o en su proceso. Podrá conservarlo en refrigeración, pero es preferible consumirlo en breve para aprovechar de mejor manera su nivel de calidad.
Cuando sea necesario pelar el güisquil, se recomienda utilizar guantes o pelarlo bajo el chorro de agua para evitar la sustancia pegajosa que suele soltar, ya que para algunos tipos de piel, resulta irritante. Se pela como cualquier vegetal y se le retira con una cuchara la semilla o luna. Finalmente se corta como sea requerido.
Entones para nuestro postre de hoy, necesitamos los siguientes Ingredientes:
3 tazas de agua
1 onza de canela en raja
1 ½ taza de azúcar
6 pimientas gordas
4 güisquiles
4 onzas de almendra en lascas
1 taza miga de pan dulce (champurradas o pan dulce, o de galleta tostada. )
1 huevo
1/4 taza de crema
½ cucharadita de vainilla blanca
1 cucharadita de canela en polvo
1/3 taza azúcar
2 cucharadas mantequilla
6 onzas de pasas
Para su preparación:
Hervir el agua con la canela, azúcar y pimienta gorda por 5 minutos.
Agregar los güisquiles cortados por la mitad de punta a punta, dejar cocinar hasta que estén listos.
Retirar del fuego, eliminar las lunas de los güisquiles con la ayuda de una cuchara y quitar la pulpa cuidadosamente. Dejar en un colador para que escurran perfectamente.
Colocar en la licuadora la almendra, champurrada y pulverizar. Reservar.
Presionar la pulpa del güisquil con un tenedor para formar un puré.
Agregar el huevo, crema, vainilla, canela en polvo y azúcar. Incorporar la almendra y champurrada triturada y adicionar las pasas a la mezcla.
Llenar las cáscaras de güisquil.
Decorar con pasas.
Espolvorear con miga de champurrada, almendra triturada y mantequilla derretida.
Colocar las cáscaras rellenas en un pírex sin engrasar e introdúzcalas al horno previamente calentado a 350º F por 30 minutos.
Las chancletas estarán listas para ser degustadas. ¡Buen provecho!
En mi reciente visita al mercado divisé de lejos unos güisquiles “espinudos” como los conocemos, por lo que fue inevitable acercarme a comprarlos y por supuesto tenía en mente preparar unas chancletas con los mismos. Para mí es uno de los postres que más disfruto porque permite comerse en cualquier momento o servirse perfectamente después de un recado como un pepián, ya que por sus sabores y consistencia combina bien. Siempre habrá que tomar en cuenta su valor calórico por la adición de algunos ingredientes como crema o mantequilla; aunque como bien se dice, un gusto dulce de vez en cuando es agradable y será el final feliz de la comida…
El ingrediente principal de este postre es el güisquil o chayote como es conocido en otros países. Se consume en platos salados o en postres, suele ser preparado como puré y en este caso particular, se elabora y sirve dentro de la misma cáscara, para lo que se corta a la mitad, se retira la pulpa para preparar el relleno y se coloca de nuevo y se hornea.
El güisquil es apreciado nutricionalmente por su bajo contenido calórico y de sodio, pero siempre proporciona niveles altos de potasio y de vitamina C.
Al momento de adquirirlo, busque que esté firme, sin estar arrugado o seco, porque estará deteriorado o en su proceso. Podrá conservarlo en refrigeración, pero es preferible consumirlo en breve para aprovechar de mejor manera su nivel de calidad.
Cuando sea necesario pelar el güisquil, se recomienda utilizar guantes o pelarlo bajo el chorro de agua para evitar la sustancia pegajosa que suele soltar, ya que para algunos tipos de piel, resulta irritante. Se pela como cualquier vegetal y se le retira con una cuchara la semilla o luna. Finalmente se corta como sea requerido.
Entones para nuestro postre de hoy, necesitamos los siguientes Ingredientes:
3 tazas de agua
1 onza de canela en raja
1 ½ taza de azúcar
6 pimientas gordas
4 güisquiles
4 onzas de almendra en lascas
1 taza miga de pan dulce (champurradas o pan dulce, o de galleta tostada. )
1 huevo
1/4 taza de crema
½ cucharadita de vainilla blanca
1 cucharadita de canela en polvo
1/3 taza azúcar
2 cucharadas mantequilla
6 onzas de pasas
Para su preparación:
Hervir el agua con la canela, azúcar y pimienta gorda por 5 minutos.
Agregar los güisquiles cortados por la mitad de punta a punta, dejar cocinar hasta que estén listos.
Retirar del fuego, eliminar las lunas de los güisquiles con la ayuda de una cuchara y quitar la pulpa cuidadosamente. Dejar en un colador para que escurran perfectamente.
Colocar en la licuadora la almendra, champurrada y pulverizar. Reservar.
Presionar la pulpa del güisquil con un tenedor para formar un puré.
Agregar el huevo, crema, vainilla, canela en polvo y azúcar. Incorporar la almendra y champurrada triturada y adicionar las pasas a la mezcla.
Llenar las cáscaras de güisquil.
Decorar con pasas.
Espolvorear con miga de champurrada, almendra triturada y mantequilla derretida.
Colocar las cáscaras rellenas en un pírex sin engrasar e introdúzcalas al horno previamente calentado a 350º F por 30 minutos.
Las chancletas estarán listas para ser degustadas. ¡Buen provecho!