Mario Aranda desapareció la mañana del sábado, entonces, familiares y amigos alertaron a las autoridades sin saber que todo era mentira.
Líderes del Partido Justicialista en Argentina calificaron de persecución política e intimidación la ausencia repentina de su dirigente de 68 años.
“En horas de la mañana, a plena luz del día, tres personas secuestraron al dirigente Mario Aranda, quien se encontraba en una actividad partidaria”, denunció la organización política en un comunicado.
Pero pasadas las cuatro de la tarde del mismo sábado, apareció Aranda. “Me secuestraron tres tipos con pistolas y me robaron 35 mil pesos”, aseguró.
El relato fantasioso del secuestro quedó grabado por la prensa de la Ciudad de la Plata, mientras Aranda hablaba por un megáfono.
Incluso, entre sollozos, aseguró que los secuestradores discutieron mientras decidían ejecutarlo.
Aranda agregó que no acusaría al gobierno de su secuestro y que ésta es la segunda vez que le sucede.
Sin embargo, el lunes la historia dio un giro inesperado digno de una telenovela.
La misma organización política aseguró que el activista mintió y que escapó para atender una relación fuera del matrimonio.
Las autoridades confirmaron su expulsión del partido y que le brindarán atención psicológica.
No te lo pierdas:
Con información de TN Noticias, Cadena 3 e Infobae.
Mario Aranda desapareció la mañana del sábado, entonces, familiares y amigos alertaron a las autoridades sin saber que todo era mentira.
Líderes del Partido Justicialista en Argentina calificaron de persecución política e intimidación la ausencia repentina de su dirigente de 68 años.
“En horas de la mañana, a plena luz del día, tres personas secuestraron al dirigente Mario Aranda, quien se encontraba en una actividad partidaria”, denunció la organización política en un comunicado.
Pero pasadas las cuatro de la tarde del mismo sábado, apareció Aranda. “Me secuestraron tres tipos con pistolas y me robaron 35 mil pesos”, aseguró.
El relato fantasioso del secuestro quedó grabado por la prensa de la Ciudad de la Plata, mientras Aranda hablaba por un megáfono.
Incluso, entre sollozos, aseguró que los secuestradores discutieron mientras decidían ejecutarlo.
Aranda agregó que no acusaría al gobierno de su secuestro y que ésta es la segunda vez que le sucede.
Sin embargo, el lunes la historia dio un giro inesperado digno de una telenovela.
La misma organización política aseguró que el activista mintió y que escapó para atender una relación fuera del matrimonio.
Las autoridades confirmaron su expulsión del partido y que le brindarán atención psicológica.
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