El CIEN presentó la última investigación contemplada dentro del proyecto “Ruta para el Desarrollo de Guatemala 2020 – 2024”, en la cual resaltó que la economía guatemalteca crece poco y no genera suficientes empleos formales.
Los encargados de realizar la presentación fueron los economistas Hugo Maul y David Casasola, quien dijo que solo un 28% de las personas que laboran como asalariadas trabajan en el sector formal.
Las personas que no tienen oportunidades en el mercado laboral formal, tienen una válvula de escape en el sector informal y migrar a EE. UU.. En Guatemala, hay más de cuatro millones de personas operando en sectores informales.
Casasola advirtió que las remesas que envían la migración ilegal genera el 84% de las exportaciones de productos (que en 2018 alcanzaron US$11 millardos) y es un tema que debe preocupar, ya que es una variable externa.
Maul explicó el desempeño de crecimiento histórico del país y concluyó que luego de 30 años, aún si se creciera a un ritmo de 7% anual (que no sucede en la actualidad), no alcanzaría para resolver el tema de la falta de empleo.
Un factor determinante en este poca generación de empleo en escenario de leve crecimiento (un promedio de 3% cada año), se debe a la estructura productiva. Los sectores crecen en producción pero demandan menos mano de obra.
“Se debe apostar por sectores que generan más empleo”, dijo Maul al indicar que mientras la estructura productiva no cambie, se expandirá la economía nacional, pero no necesariamente se reflejará en más empleo formal.
Para esto, será necesario modificar los incentivos económicos actuales a favor de las actividades con alto potencial de generación de empleo formal y no basta con reformas generales que busquen mejorar la productividad del país.
Cambios
Casasola y Maul coincidieron que las políticas políticas horizontales para la creación de empleo se quedarán cortas, por lo que se debe pensar en una transformación productiva y una política industrial.
Maul indicó que se debe asegurar los costos laborales y competitivos en el tiempo, con una fijación del salario mínimo con parámetros productivos y la certeza jurídica para la contratación a tiempo parcial (Convenio 175 de la OIT).
En el largo plazo el CIEN recomendó que se desarrollen las Zonas Económicas Especiales, en donde se pueden centrar las políticas públicas, a cambio de la creación verificada de empleo formal e inversiones.
Luis Óscar Estrada, de Vestex, comentó que en países como República Dominicana se dan incentivos para que empresas se establezcan en su territorio y así generar empleo. “Ojalá sigamos el ejemplo en Guatemala”, concluyó.
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Las personas que no tienen oportunidades en el mercado laboral formal, tienen una válvula de escape en el sector informal y migrar a EE. UU.. En Guatemala, hay más de cuatro millones de personas operando en sectores informales.
Casasola advirtió que las remesas que envían la migración ilegal genera el 84% de las exportaciones de productos (que en 2018 alcanzaron US$11 millardos) y es un tema que debe preocupar, ya que es una variable externa.
Maul explicó el desempeño de crecimiento histórico del país y concluyó que luego de 30 años, aún si se creciera a un ritmo de 7% anual (que no sucede en la actualidad), no alcanzaría para resolver el tema de la falta de empleo.
Un factor determinante en este poca generación de empleo en escenario de leve crecimiento (un promedio de 3% cada año), se debe a la estructura productiva. Los sectores crecen en producción pero demandan menos mano de obra.
“Se debe apostar por sectores que generan más empleo”, dijo Maul al indicar que mientras la estructura productiva no cambie, se expandirá la economía nacional, pero no necesariamente se reflejará en más empleo formal.
Para esto, será necesario modificar los incentivos económicos actuales a favor de las actividades con alto potencial de generación de empleo formal y no basta con reformas generales que busquen mejorar la productividad del país.
Cambios
Casasola y Maul coincidieron que las políticas políticas horizontales para la creación de empleo se quedarán cortas, por lo que se debe pensar en una transformación productiva y una política industrial.
Maul indicó que se debe asegurar los costos laborales y competitivos en el tiempo, con una fijación del salario mínimo con parámetros productivos y la certeza jurídica para la contratación a tiempo parcial (Convenio 175 de la OIT).
En el largo plazo el CIEN recomendó que se desarrollen las Zonas Económicas Especiales, en donde se pueden centrar las políticas públicas, a cambio de la creación verificada de empleo formal e inversiones.
Luis Óscar Estrada, de Vestex, comentó que en países como República Dominicana se dan incentivos para que empresas se establezcan en su territorio y así generar empleo. “Ojalá sigamos el ejemplo en Guatemala”, concluyó.