El Barcelona sufrió para lograr un empate ante el Villarreal, en el Estadio de la Cerámica, en un partido que se complicó al dejar ir una ventaja de dos goles y que Messi y Suárez rescataron con goles en los minutos 90 y 93.
Los culés saltaron al campo con un once inicial sin su capitán Messi. La estrategia parecía funcionar hasta los 20 minutos, cuando se pusieron arriba en el marcador 2 a 0 con goles de Coutinho (12′) y Malcom (16′).
El primer indicio de que el Villarreal no dejaría que el Barcelona les faltara el respeto en su casa, llegó con un gol de S. Chukwueze en el 23′. El gol del nigeriano (2 – 1) era también un augurio: El partido sería de infarto.
El Villarreal y Barcelona se fueron al descanso con 1 a 2 en el marcador, sin imaginar que en la segunda mitad habría necesidad de que “Leo” Messi ingresara al campo de urgencia y se marcarían cinco goles, en 49 minutos.
Aluvión amarillo
Los jugadores del Barcelona cedieron la iniciativa al “Submarino Amarillo”, grave error. La ofensiva del Villarreal encontró la manera de hacer valer su velocidad y en el 50′ Karl Toko Ekambi anotó con un derechazo sin ángulo (2 -2).
A partir de entonces, un aluvión amarillo puso contra las cuerdas a los 11 barcelonistas, que vieron diezmado su habitual control del balón. No hubo más llegadas de peligrosidad y el portero local, Sergio Asenjo, se volvió un espectador.
El Villarreal se volvió más ofensivo y llegaba con facilidad al arco protegido Marc ter Stegen, quien repelió los ataques a base de reflejos. El Barcelona parecía perdido, y de la banca llegaría la brújula: Messi entró en el 61′.
El ingreso del “10” elevó la moral del juego del Barcelona, pero el gol llegó para el Villarreal en el 62′. Vicente Iborra pegó un zurdazo desde el lado izquierdo dentro del área y venció a Ter Stegen para poner el 3 a 2.
El Villarreal continuó siendo incisivo con un ataque en equipo; a diferencia del Barcelona, que dependía de las genialidades y regates de Messi. El “Submarino Amarillo” aprovechó fatal juego culé y anotó en el 80′.
Carlos Bacca, quien ingresó en el 74′ por Ekambi, aprovechó un pase a profundidad de Santi Cazorla para driblar a Ter Stegen y colocar el 4 a 2. ¡La Cerámica estalló de locura y el partido se volvía un papelón culé!
Los minutos pasaban y el Barcelona era una versión desconocida en 30 jornadas de LaLiga: Perdido, sin ideas y desesperado. Muestra de ello, fue Messi, quien fue amonestado en el 84′ por encarar airadamente al árbitro.
En el 88′, a falta de minutos para terminar el encuentro, Álvaro González recibió una segunda tarjeta amarilla y fue expulsado por un juego peligroso en contra del uruguayo Luis Suárez, en la banda izquierda.
El júbilo
Un minuto después de haberse visto la tarjeta roja, Messi recibió una falta en campo contrario, en los linderos del área. El balón estaba a una distancia en la que el astro argentino se siente cómodo para anotar joyas de gol.
Messi no falló y marcó de tiro libre con un zurdazo que terminó en el ángulo superior izquierdo (4 – 3). El gol parecía que sólo iba a maquillar el marcador y que el Barcelona había dejado escapar una ventaja de dos goles.
El gol de Messi llegó en el 90′. El árbitro agregó tres minutos, aprovechados por el Barcelona para volcarse al ataque ante un Villarreal que resistía. La insistencia permitió un tiro de esquina, la última jugada del partido.
El cronómetro marcaba el minuto 93′ cuando Messi envió el balón al área del Villareal. La esférica fue desviada pero rebotó en los linderos del área a metros de Suárez, quien no lo pensó y metió un zurdazo que selló el 4 -4.
El Barça rescató un punto ante el Villareal, que puede valer “oro” en el torneo. A los culés les esperan partidos complicados, frente al Atlético (por LaLiga) este sábado 6 de abril y el “Man U” (“Champions”) el miércoles 10 de abril.
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Aluvión amarillo
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El Villarreal continuó siendo incisivo con un ataque en equipo; a diferencia del Barcelona, que dependía de las genialidades y regates de Messi. El “Submarino Amarillo” aprovechó fatal juego culé y anotó en el 80′.
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En el 88′, a falta de minutos para terminar el encuentro, Álvaro González recibió una segunda tarjeta amarilla y fue expulsado por un juego peligroso en contra del uruguayo Luis Suárez, en la banda izquierda.
El júbilo
Un minuto después de haberse visto la tarjeta roja, Messi recibió una falta en campo contrario, en los linderos del área. El balón estaba a una distancia en la que el astro argentino se siente cómodo para anotar joyas de gol.
Messi no falló y marcó de tiro libre con un zurdazo que terminó en el ángulo superior izquierdo (4 – 3). El gol parecía que sólo iba a maquillar el marcador y que el Barcelona había dejado escapar una ventaja de dos goles.
El gol de Messi llegó en el 90′. El árbitro agregó tres minutos, aprovechados por el Barcelona para volcarse al ataque ante un Villarreal que resistía. La insistencia permitió un tiro de esquina, la última jugada del partido.
El cronómetro marcaba el minuto 93′ cuando Messi envió el balón al área del Villareal. La esférica fue desviada pero rebotó en los linderos del área a metros de Suárez, quien no lo pensó y metió un zurdazo que selló el 4 -4.
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