Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Javier Zepeda: “La CIG representa gran parte del tejido empresarial del país”

Braulio Palacios
21 de mayo, 2019

El director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) conversó con República sobre el rol que ha tenido la cámara empresarial en los últimos 60 años, desde lo social, económico e incidencia política.

¿Qué diferencia a la Cámara de Industria de las otras cámaras empresariales de Guatemala?

– Indistintamente de las cámaras, Guatemala es un país de empresarios. Este país, si no es por los empresarios no tendría ingresos, una base económica fuerte y una generadora de empleo formal. Más allá de las cámaras, el sector empresarial es el que produce empleo, desarrollo y oportunidades para el país. Hay muchas oportunidades. En un país con mucha economía informal, los empresarios tenemos una gran labor por hacer.

Ahora, específicamente, en el sector industrial. La mayoría de países del mundo que han salido del subdesarrollo han pasado por un proceso de industrialización. Esa es la razón por la que creemos que en este país es muy importante la CIG: Pasar por ese proceso de industrialización y generar el valor agregado a los productos. Ahí es en donde el sector industrial se vuelve clave como un actor en el sector empresarial.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
Mucho se habla del desarrollo del país que nace del trabajo del sector privado. En el caso de la industria, ¿por qué cree que debe considerarse un motor de desarrollo?

– En Guatemala, el sector industrial genera alrededor del 20% del empleo formal del país, representa el 30% de la economía y paga alrededor del 18 al 20% de los impuestos que se pagan en este país. Esto marca muy bien porque es un importante como generador de empleo y sobre todo, en casos de mano de obra calificada. El sector industrial se diferencia de otros por su alto nivel de tecnificación capacitación y mano de obra calificada.

El país cambió en los últimos 60 años, ¿cuál cree que ha sido el rol que ha jugado la CIG en esos años?

– La Cámara de Industria ha tenido distintos puntos en los que se ha movido. Si bien es cierto la CIG es un ente apolítico partidista, no podemos negar que ha sido un actor muy importante en el desarrollo político del país. No sólo desde el punto de vista de incidencia política ni solo en tiempos recientes, lo ha sido históricamente. La CIG ha tenido una incidencia política muy importante, por su propio ADN. Es una cámara empresarial donde el 80% de sus asociados son pequeñas y medianas empresas, lo cual representa realmente a gran parte del tejido empresarial del país, que son las pequeñas y medianas empresas.

Es ahí donde es muy importante la labor de la CIG; que ha hecho, que hace y continuará, de aquí a los próximos 60 años o más, que puedan venir. En estos primeros 60 años de vida, la Cámara ha dado aportes importantes al país, adicional a la capacitación, incidencia política o apoyo a las pymes. Puedo mencionar: La creación de Instituto Imrich Fischmann; el Intecap, que nace de una idea de la CIG; el Banco Industrial, y el ejemplo más conocido y tangible es el IRTRA. Son aportes que el sector industrial hecho al país. 

Hablamos un poco del engranaje en el logo de la CIG. Parece enviar el mensaje de que el sector industrial es eso, una pieza para el desarrollo, ¿es así?

– Eso es algo sobre lo cual se trabaja desde hace 11 años. Cuando yo entré a la Cámara, uno de mis objetivos era modernizar un poco la imagen de la CIG. Se logró, más no se pudo trascender del engranaje a más allá. Aunque la industria evolucionó hacia otros temas más tecnológicos, el engranaje no deja de representar mucho lo que es la industria. Es un icono que está muy dentro del sector industrial, sin embargo, parte de lo que veremos en el futuro es trascender hacia un mundo donde la tecnología marca tendencia, es parte de nuestro ser y la nuestra industria nacional. 

Agexport es una institución que tuvo sus inicios en CIG, ¿hay más ejemplos de entidades que surgieron en la Cámara?

– La Agexport es un buen ejemplo. También está el Centro Guatemalteco de Producción Más limpia (CGP+L), qué nace en la CIG, es un centro que funciona de manera independiente a la Junta Directiva. Si bien hay miembros de la CIG, funciona con su propia libertad y autonomía. El Club Industrial, es un club que genera servicios a distintas personas o empresas, que no necesariamente son socios de la Cámara.

Si bien el sector industrial ha sido uno de los motores de desarrollo para Guatemala en las últimas seis décadas, ¿dónde se pueden marcar sus hitos históricos?

– La Cámara de Industria ha marcado hitos en distintas áreas. En momentos más recientes, la crisis que se vivió en 2015. En la crisis política, nosotros como parte del Cacif y como gremial empresarial, tuvimos una participación de seguimiento y observadores. Otra forma más reciente son los foros electorales. Es un aporte cívico hacia la población para que conozcan las propuestas de los candidatos.

Guate Íntegra es otro de los aportes que la CIG recientemente ha hecho al país, y que mantendrá a lo largo de los años. A lo largo de la historia ha tenido una participación muy vigilante en momentos políticos fuertes, como el golpe de Estado de Serrano Elías, un paro que se realizó cuando hubo un alza de impuestos. Pero no ha sido solo en la parte política sino en la humana; en época de las catástrofes, por huracanes o la recién tragedia de Volcán de Fuego, hemos sido muy activos en volcarnos a atender las necesidades de la población más afectada.

¿Cómo cree que cambió el papel del empresario industrial en el país?

– Empezó con la globalización, cuando empiezan a abrirse los mercados y proteger ciertos sectores locales. También se hizo ver que el mundo se abría y era importante llegar a la economía mundial. También esta su participación en las discusiones de Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Alcance Parcial. Esa fue la primer visión de hacer negocios, ya no sólo de local sino que se amplía a la región centroamericana y después al mundo. Luego también en la forma de hacer negocios: La innovación y la tecnología, cambiaron mucho la formación negocios. en la tendencia oficinas abiertas todo el tema de la automatización o la optimización de recursos y la capacitación.

Usted que vivido el día a día de la CIG por 11 años, ¿cuál cree que es el secreto mejor guardado de la Cámara para alcanzar sus objetivos?

El gran valor que tiene la CIG tiene varios temas. Uno de los grandes valores que tiene es su Consejo Consultivo, conformado por expresidentes. El Consejo apoya mucho y deja hacer. Es una figura que no sé si la tienen otras cámaras empresariales. El Consejo tiene un valor, por la experiencia que tienen expresidentes, junto a ellos, esta la juventud de la Junta Directiva. Ese trabajo en conjunto, es muy valioso.

Un punto también muy a favor es que, aquí en la CIG ningún presidente repite. No hay reelección. Cada presidente dura dos años y cambia. Eso permite mantener una línea, pero al mismo tiempo, evolucionar. Ahí donde la labor de los directores ejecutivos es mantener un hilo conductivo, pero sobretodo trascender de presidencia en presidencia.

En la parte operativa, diría que la incidencia política es muy importante, así como los contactos y las relaciones que tienen la CIG, a nivel local local e internacional. Tenemos relación con la FECAICA, la AILA y la International Chambers of Commerce (ICC). Esos son valores que tenemos muy fuertes. Otro punto, es alto nivel de diversidad en términos de representatividad. Más del 80% son pequeñas y medianas empresas.

Foto y videos: Winter Flores | Edición video: Geoffrey Chávez | República

Te sugerimos leer:

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Javier Zepeda: “La CIG representa gran parte del tejido empresarial del país”

Braulio Palacios
21 de mayo, 2019

El director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) conversó con República sobre el rol que ha tenido la cámara empresarial en los últimos 60 años, desde lo social, económico e incidencia política.

¿Qué diferencia a la Cámara de Industria de las otras cámaras empresariales de Guatemala?

– Indistintamente de las cámaras, Guatemala es un país de empresarios. Este país, si no es por los empresarios no tendría ingresos, una base económica fuerte y una generadora de empleo formal. Más allá de las cámaras, el sector empresarial es el que produce empleo, desarrollo y oportunidades para el país. Hay muchas oportunidades. En un país con mucha economía informal, los empresarios tenemos una gran labor por hacer.

Ahora, específicamente, en el sector industrial. La mayoría de países del mundo que han salido del subdesarrollo han pasado por un proceso de industrialización. Esa es la razón por la que creemos que en este país es muy importante la CIG: Pasar por ese proceso de industrialización y generar el valor agregado a los productos. Ahí es en donde el sector industrial se vuelve clave como un actor en el sector empresarial.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA
Mucho se habla del desarrollo del país que nace del trabajo del sector privado. En el caso de la industria, ¿por qué cree que debe considerarse un motor de desarrollo?

– En Guatemala, el sector industrial genera alrededor del 20% del empleo formal del país, representa el 30% de la economía y paga alrededor del 18 al 20% de los impuestos que se pagan en este país. Esto marca muy bien porque es un importante como generador de empleo y sobre todo, en casos de mano de obra calificada. El sector industrial se diferencia de otros por su alto nivel de tecnificación capacitación y mano de obra calificada.

El país cambió en los últimos 60 años, ¿cuál cree que ha sido el rol que ha jugado la CIG en esos años?

– La Cámara de Industria ha tenido distintos puntos en los que se ha movido. Si bien es cierto la CIG es un ente apolítico partidista, no podemos negar que ha sido un actor muy importante en el desarrollo político del país. No sólo desde el punto de vista de incidencia política ni solo en tiempos recientes, lo ha sido históricamente. La CIG ha tenido una incidencia política muy importante, por su propio ADN. Es una cámara empresarial donde el 80% de sus asociados son pequeñas y medianas empresas, lo cual representa realmente a gran parte del tejido empresarial del país, que son las pequeñas y medianas empresas.

Es ahí donde es muy importante la labor de la CIG; que ha hecho, que hace y continuará, de aquí a los próximos 60 años o más, que puedan venir. En estos primeros 60 años de vida, la Cámara ha dado aportes importantes al país, adicional a la capacitación, incidencia política o apoyo a las pymes. Puedo mencionar: La creación de Instituto Imrich Fischmann; el Intecap, que nace de una idea de la CIG; el Banco Industrial, y el ejemplo más conocido y tangible es el IRTRA. Son aportes que el sector industrial hecho al país. 

Hablamos un poco del engranaje en el logo de la CIG. Parece enviar el mensaje de que el sector industrial es eso, una pieza para el desarrollo, ¿es así?

– Eso es algo sobre lo cual se trabaja desde hace 11 años. Cuando yo entré a la Cámara, uno de mis objetivos era modernizar un poco la imagen de la CIG. Se logró, más no se pudo trascender del engranaje a más allá. Aunque la industria evolucionó hacia otros temas más tecnológicos, el engranaje no deja de representar mucho lo que es la industria. Es un icono que está muy dentro del sector industrial, sin embargo, parte de lo que veremos en el futuro es trascender hacia un mundo donde la tecnología marca tendencia, es parte de nuestro ser y la nuestra industria nacional. 

Agexport es una institución que tuvo sus inicios en CIG, ¿hay más ejemplos de entidades que surgieron en la Cámara?

– La Agexport es un buen ejemplo. También está el Centro Guatemalteco de Producción Más limpia (CGP+L), qué nace en la CIG, es un centro que funciona de manera independiente a la Junta Directiva. Si bien hay miembros de la CIG, funciona con su propia libertad y autonomía. El Club Industrial, es un club que genera servicios a distintas personas o empresas, que no necesariamente son socios de la Cámara.

Si bien el sector industrial ha sido uno de los motores de desarrollo para Guatemala en las últimas seis décadas, ¿dónde se pueden marcar sus hitos históricos?

– La Cámara de Industria ha marcado hitos en distintas áreas. En momentos más recientes, la crisis que se vivió en 2015. En la crisis política, nosotros como parte del Cacif y como gremial empresarial, tuvimos una participación de seguimiento y observadores. Otra forma más reciente son los foros electorales. Es un aporte cívico hacia la población para que conozcan las propuestas de los candidatos.

Guate Íntegra es otro de los aportes que la CIG recientemente ha hecho al país, y que mantendrá a lo largo de los años. A lo largo de la historia ha tenido una participación muy vigilante en momentos políticos fuertes, como el golpe de Estado de Serrano Elías, un paro que se realizó cuando hubo un alza de impuestos. Pero no ha sido solo en la parte política sino en la humana; en época de las catástrofes, por huracanes o la recién tragedia de Volcán de Fuego, hemos sido muy activos en volcarnos a atender las necesidades de la población más afectada.

¿Cómo cree que cambió el papel del empresario industrial en el país?

– Empezó con la globalización, cuando empiezan a abrirse los mercados y proteger ciertos sectores locales. También se hizo ver que el mundo se abría y era importante llegar a la economía mundial. También esta su participación en las discusiones de Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Alcance Parcial. Esa fue la primer visión de hacer negocios, ya no sólo de local sino que se amplía a la región centroamericana y después al mundo. Luego también en la forma de hacer negocios: La innovación y la tecnología, cambiaron mucho la formación negocios. en la tendencia oficinas abiertas todo el tema de la automatización o la optimización de recursos y la capacitación.

Usted que vivido el día a día de la CIG por 11 años, ¿cuál cree que es el secreto mejor guardado de la Cámara para alcanzar sus objetivos?

El gran valor que tiene la CIG tiene varios temas. Uno de los grandes valores que tiene es su Consejo Consultivo, conformado por expresidentes. El Consejo apoya mucho y deja hacer. Es una figura que no sé si la tienen otras cámaras empresariales. El Consejo tiene un valor, por la experiencia que tienen expresidentes, junto a ellos, esta la juventud de la Junta Directiva. Ese trabajo en conjunto, es muy valioso.

Un punto también muy a favor es que, aquí en la CIG ningún presidente repite. No hay reelección. Cada presidente dura dos años y cambia. Eso permite mantener una línea, pero al mismo tiempo, evolucionar. Ahí donde la labor de los directores ejecutivos es mantener un hilo conductivo, pero sobretodo trascender de presidencia en presidencia.

En la parte operativa, diría que la incidencia política es muy importante, así como los contactos y las relaciones que tienen la CIG, a nivel local local e internacional. Tenemos relación con la FECAICA, la AILA y la International Chambers of Commerce (ICC). Esos son valores que tenemos muy fuertes. Otro punto, es alto nivel de diversidad en términos de representatividad. Más del 80% son pequeñas y medianas empresas.

Foto y videos: Winter Flores | Edición video: Geoffrey Chávez | República

Te sugerimos leer: