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Ocho mil empresas van a la ruina luego de 48 días de cierre

Luis Gonzalez
03 de mayo, 2020

La economía de Guatemala reclama acciones inmediatas luego de 48 días de la suspensión de las actividades del sector privado y público, lo que ha llevado a la ruina a unas ocho mil empresas.

El Gobierno adoptó medidas anticipadas contra la pandemia y por ahora los contagios están controlados, pero los programas de apoyo económico no han llegado o llegarán muy tarde para miles de trabajadores y empresas afectados.

El 17 marzo de 2020 las autoridades paralizaron a la mayor parte del comercio y luego el toque de queda, implementado una semana más tarde, terminó por reducir las actividades económicas.

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Datos no oficiales indican que en abril dejaron de cotizar al IGSS, ocho mil empresas, de un universo de 32 mil, señala Nils Leporowski, presidente del Cacif.

Muchas empresas no soportaron la falta de ingresos y cerraron. Algunas despidieron y otras suspendieron a los empleados que, a partir del 15 de abril o antes, dejaron de recibir su salario.

La respuesta del Gobierno a la crisis económica no ha sido “operativa y las empresas comenzaron a despedir por ese motivo“, señala Leporowski.

Asistencia no ha funcionado

Las autoridades establecieron dos mecanismos de apoyo. Uno directo para los empleados cesados que recibirán Q75 diarios y otro de créditos para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

Pero estos apoyos siguen sin ejecutarse. El Ministerio de Trabajo informó esta semana que habían recibido 3 mil 500 solicitudes de empresas en busca de ayuda para sus trabajadores.

Del total de peticiones solo se habían aprobado 432, que suman 11 mil 582 empleados cesados que siguen sin recibir el dinero.

En este programa se creó un fondo de Q2 mil millones que “no ha funcionado”, subraya el presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif).

Para los empleados cesados, el Gobierno consideró que se quedarían sin trabajo unos 300 mil trabajadores a quienes se apoyaría durante tres meses con un monto cercano al salario mínimo.

En relación con los préstamos para las Mipymes, el inconveniente es que no pueden cumplir con los requisitos establecidos por el Crédito Hipotecario Nacional (CHN), según algunos afectados.

Leporowski añade que este mecanismo de financiamiento no es viable. “No van a funcionar por que el CHN no tiene infraestructura ni capital para poder hacerlo”, destaca el empresario.

El Congreso aprobó un monto de Q3 mil millones para créditos a favor de las Mipymes.

Para los créditos hacia las micro, pequeñas y medianas empresas, así como profesionales independientes, el Gobierno creó un fondo para dar 75 mil préstamos que se estima favorecerían a 300 mil familias.

Existen otros programas de asistencia. Las 200 mil cajas de alimentos donadas por el sector privado para personas que viven en áreas de alto riesgo, ya se entregaron. También hubo desembolsos para algunos vendedores de la economía informal.

Pero faltan los Q1 mil ofrecidos para beneficiar a familias de todo el país.

Los Q1 mil serán destinados a las familias que consuman menos energía eléctrica, abajo del rango de 200 kilovatios hora mes.

  • Deberías leer:

Presidente Giammattei resalta diez programas de apoyo económico

Economía no generará Q50 mil millones en la emergencia, según analistas

Colapso económico. ¿Es peor el remedio que la enfermedad?

Urge la reactivación de la economía

De acuerdo con el analista Rodolfo Mendoza, de la firma Diestra, el Gobierno actuó a tiempo y con medidas acertadas para combatir el coronavirus Covid-19.

Sin embargo, considera que no actuó con igual rapidez para apoyar a las empresas que se vieron forzadas a despedir empleados y cerrar operaciones.

Ahora, 45 días después del cierre obligatorio, existe una presión fuerte para reabrir los negocios porque las empresas no recibieron la ayuda a tiempo de las autoridades.

Lo que urge ahora, de inmediato, es aprobar algunas normativas como las leyes de Leasing, Trabajo a Tiempo Parcial, Infraestructura Vial, Zonas Francas, reglamento del Convenio 169 y Simplificación de Trámites, entre otras, señala Mendoza.

También se deben impulsar otras acciones como fortalecer el sistema de Salud para garantizar la seguridad de los viajeros.

En este esfuerzo debe participar el IGSS para ampliar su cobertura. El Gobierno, mientras tanto, necesita promover a Guatemala como un destino seguro.

Además, el sector turístico, el más golpeado por el cierre de las fronteras y restricciones de movilización, requiere incentivos para seguir operando y atraer nuevos capitales al país.

El país demanda medidas integrales

El analista Rodolfo Mendoza, quien ha seguido de cerca la evolución del coronavirus en el mundo y en Guatemala, considera que la respuesta del Gobierno en el tema económico, debe ser igual a lo planteado para contener la enfermedad.

La pandemia “es compleja, con estrecha relación entre la salud y la economía, y consecuencias en el área social. Su impacto es enorme… lo único seguro que sabíamos al inicio es que tendríamos grandes pérdidas, pero no cuántas ni cómo”, comenta Mendoza.

Al considerar los efectos, los gobiernos deben actuar sin esperar, aplicando “medidas integrales”.

“Debieron tomarse decisiones sensatas, basadas en información real y contrastada con lo que ha sucedido en otros países. Pero también decisiones oportunas y solidarias, velando por la vida humana, como por el empleo y los medios de producción que nos ayudarán a reconstruir“, afirma el analista.

Mendoza describe cuatro ejes hacia dónde debe enfocarse el Gobierno.

  • Medidas sanitarias. Estrategia para aplanar la curva de contagios y su posible rebote, evitando el colapso del sistema de Salud.
  • Medidas de contención: Para aguantar el encierro y resguardar empleos y medios de producción.
  • Reapertura gradual: El procedimiento de reapertura escalonada por fases para el regreso a la actividad económica y social.
  • Reactivación: Las medidas para reactivar la economía.

En el primer punto el analista considera que las autoridades hicieron lo correcto y los resultados están a la vista.

En el cuadro se ve que Guatemala está entre los países que se anticiparon a la pandemia con un cierre parcial. Se estima que su decrecimiento será de 5.5 por ciento, comparado con la previsión antes del coronarivus y la nueva estimación del Fondo Monetario Internacional. Esto coloca a Guatemala en una posición favorable en comparación con el resto de países de Centroamérica y Latinoamérica.

Mendoza considera que existe relación entre las medidas de contención de la pandemia y el impacto en el crecimiento económico.

En este cuadro se observa la cantidad de casos por cada 100 mil habitantes de las naciones. Guatemala tiene 3.4 contagios y 0.1 fallecidos. Está en el grupo de países que aplicaron medidas anticipadas y un cierre parcial.

El Estado llegó tarde

El analista Rodolfo Mendoza cuestiona la respuesta tardía del Gobierno para evitar despidos y cierre de empresas.

“El gobierno impulsó alivios que resultarán insuficientes y que se comenzarán a implementar hasta la semana siguiente, después de siete semanas de confinamiento obligatorio”, cuestiona.

“Se utilizarán mecanismos que en algunos casos serán ineficientes y cuestionados en transparencia“, indica Mendoza.

El principio es que si el Estado te encierra, el Estado te debe pagar y ayudarte a superar las pérdidas. Rodolfo Mendoza.

“Ningún emprendedor debió debatirse entre la salud y la economía, ni estar en la incómoda posición de despedir empleados o cerrar su empresa”, agrega.

“El alivio debió llegar de inmediato por medio del pago directo de los salarios a todos los trabajadores de empresas que no hicieran despidos. Además, con créditos blandos y flexibles con seis meses de gracia. En cambio, tenemos banderas blancas por todos lados, el signo de la tardanza de la ayuda que debió estar desde el inicio”, resalta Mendoza..

“Ese retraso ha generado una tensión que está llegando a niveles insoportables esta semana”, comenta el analista

“El riesgo es que en vez de resolver el problema de fondo, que es la falta de ayuda, se propone una salida que nos costará en otra área. La presión es cada vez mayor para reabrir de inmediato la economía, sin superar el pico de contagios activos, a costa del riesgo en salud”, afirma.

Pese a ello, Mendoza considera que el Gobierno está a tiempo para corregir los errores al plantear un plan inmediato de reactivación de la economía.

Una oportunidad en la crisis

Esta crisis podría ser la oportunidad de hacer avanzar proyectos positivos que se habían quedado estancados”, asegura.

“Deberíamos estar discutiendo sobre el plan de inversión en infraestructura, la implementación de los proyectos de alianzas públicos privadas y la reforma e inversión en el sector salud”, añade.

Además, “la competitividad del país ante los vecinos para atraer inversión extranjera o la reactivación y promoción del turismo, pero la discusión está estancada en abrir ya, versus esperar”, agrega.

“Se espera, además, que el país se recupere antes que otros, y que dentro de 15 meses estemos ya facturando lo mismo que antes de la crisis, mucho más rápido que otras naciones, con la debida variación entre unos y otros sectores”, indica con tono de optimismo Mendoza.

“Tenemos la ventaja de ir de último en esta curva y podemos aprender de otros. Debemos, por lo tanto, mantenernos con templanza y con la mirada puesta en la reconstrucción que comenzaremos pronto. Con una estrategia integral y sólida que nos permita un día ver para atrás a este tiempo que sirvió de transformación para todo el país”, concluye Mendoza.

Ocho mil empresas van a la ruina luego de 48 días de cierre

Luis Gonzalez
03 de mayo, 2020

La economía de Guatemala reclama acciones inmediatas luego de 48 días de la suspensión de las actividades del sector privado y público, lo que ha llevado a la ruina a unas ocho mil empresas.

El Gobierno adoptó medidas anticipadas contra la pandemia y por ahora los contagios están controlados, pero los programas de apoyo económico no han llegado o llegarán muy tarde para miles de trabajadores y empresas afectados.

El 17 marzo de 2020 las autoridades paralizaron a la mayor parte del comercio y luego el toque de queda, implementado una semana más tarde, terminó por reducir las actividades económicas.

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Datos no oficiales indican que en abril dejaron de cotizar al IGSS, ocho mil empresas, de un universo de 32 mil, señala Nils Leporowski, presidente del Cacif.

Muchas empresas no soportaron la falta de ingresos y cerraron. Algunas despidieron y otras suspendieron a los empleados que, a partir del 15 de abril o antes, dejaron de recibir su salario.

La respuesta del Gobierno a la crisis económica no ha sido “operativa y las empresas comenzaron a despedir por ese motivo“, señala Leporowski.

Asistencia no ha funcionado

Las autoridades establecieron dos mecanismos de apoyo. Uno directo para los empleados cesados que recibirán Q75 diarios y otro de créditos para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

Pero estos apoyos siguen sin ejecutarse. El Ministerio de Trabajo informó esta semana que habían recibido 3 mil 500 solicitudes de empresas en busca de ayuda para sus trabajadores.

Del total de peticiones solo se habían aprobado 432, que suman 11 mil 582 empleados cesados que siguen sin recibir el dinero.

En este programa se creó un fondo de Q2 mil millones que “no ha funcionado”, subraya el presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif).

Para los empleados cesados, el Gobierno consideró que se quedarían sin trabajo unos 300 mil trabajadores a quienes se apoyaría durante tres meses con un monto cercano al salario mínimo.

En relación con los préstamos para las Mipymes, el inconveniente es que no pueden cumplir con los requisitos establecidos por el Crédito Hipotecario Nacional (CHN), según algunos afectados.

Leporowski añade que este mecanismo de financiamiento no es viable. “No van a funcionar por que el CHN no tiene infraestructura ni capital para poder hacerlo”, destaca el empresario.

El Congreso aprobó un monto de Q3 mil millones para créditos a favor de las Mipymes.

Para los créditos hacia las micro, pequeñas y medianas empresas, así como profesionales independientes, el Gobierno creó un fondo para dar 75 mil préstamos que se estima favorecerían a 300 mil familias.

Existen otros programas de asistencia. Las 200 mil cajas de alimentos donadas por el sector privado para personas que viven en áreas de alto riesgo, ya se entregaron. También hubo desembolsos para algunos vendedores de la economía informal.

Pero faltan los Q1 mil ofrecidos para beneficiar a familias de todo el país.

Los Q1 mil serán destinados a las familias que consuman menos energía eléctrica, abajo del rango de 200 kilovatios hora mes.

  • Deberías leer:

Presidente Giammattei resalta diez programas de apoyo económico

Economía no generará Q50 mil millones en la emergencia, según analistas

Colapso económico. ¿Es peor el remedio que la enfermedad?

Urge la reactivación de la economía

De acuerdo con el analista Rodolfo Mendoza, de la firma Diestra, el Gobierno actuó a tiempo y con medidas acertadas para combatir el coronavirus Covid-19.

Sin embargo, considera que no actuó con igual rapidez para apoyar a las empresas que se vieron forzadas a despedir empleados y cerrar operaciones.

Ahora, 45 días después del cierre obligatorio, existe una presión fuerte para reabrir los negocios porque las empresas no recibieron la ayuda a tiempo de las autoridades.

Lo que urge ahora, de inmediato, es aprobar algunas normativas como las leyes de Leasing, Trabajo a Tiempo Parcial, Infraestructura Vial, Zonas Francas, reglamento del Convenio 169 y Simplificación de Trámites, entre otras, señala Mendoza.

También se deben impulsar otras acciones como fortalecer el sistema de Salud para garantizar la seguridad de los viajeros.

En este esfuerzo debe participar el IGSS para ampliar su cobertura. El Gobierno, mientras tanto, necesita promover a Guatemala como un destino seguro.

Además, el sector turístico, el más golpeado por el cierre de las fronteras y restricciones de movilización, requiere incentivos para seguir operando y atraer nuevos capitales al país.

El país demanda medidas integrales

El analista Rodolfo Mendoza, quien ha seguido de cerca la evolución del coronavirus en el mundo y en Guatemala, considera que la respuesta del Gobierno en el tema económico, debe ser igual a lo planteado para contener la enfermedad.

La pandemia “es compleja, con estrecha relación entre la salud y la economía, y consecuencias en el área social. Su impacto es enorme… lo único seguro que sabíamos al inicio es que tendríamos grandes pérdidas, pero no cuántas ni cómo”, comenta Mendoza.

Al considerar los efectos, los gobiernos deben actuar sin esperar, aplicando “medidas integrales”.

“Debieron tomarse decisiones sensatas, basadas en información real y contrastada con lo que ha sucedido en otros países. Pero también decisiones oportunas y solidarias, velando por la vida humana, como por el empleo y los medios de producción que nos ayudarán a reconstruir“, afirma el analista.

Mendoza describe cuatro ejes hacia dónde debe enfocarse el Gobierno.

  • Medidas sanitarias. Estrategia para aplanar la curva de contagios y su posible rebote, evitando el colapso del sistema de Salud.
  • Medidas de contención: Para aguantar el encierro y resguardar empleos y medios de producción.
  • Reapertura gradual: El procedimiento de reapertura escalonada por fases para el regreso a la actividad económica y social.
  • Reactivación: Las medidas para reactivar la economía.

En el primer punto el analista considera que las autoridades hicieron lo correcto y los resultados están a la vista.

En el cuadro se ve que Guatemala está entre los países que se anticiparon a la pandemia con un cierre parcial. Se estima que su decrecimiento será de 5.5 por ciento, comparado con la previsión antes del coronarivus y la nueva estimación del Fondo Monetario Internacional. Esto coloca a Guatemala en una posición favorable en comparación con el resto de países de Centroamérica y Latinoamérica.

Mendoza considera que existe relación entre las medidas de contención de la pandemia y el impacto en el crecimiento económico.

En este cuadro se observa la cantidad de casos por cada 100 mil habitantes de las naciones. Guatemala tiene 3.4 contagios y 0.1 fallecidos. Está en el grupo de países que aplicaron medidas anticipadas y un cierre parcial.

El Estado llegó tarde

El analista Rodolfo Mendoza cuestiona la respuesta tardía del Gobierno para evitar despidos y cierre de empresas.

“El gobierno impulsó alivios que resultarán insuficientes y que se comenzarán a implementar hasta la semana siguiente, después de siete semanas de confinamiento obligatorio”, cuestiona.

“Se utilizarán mecanismos que en algunos casos serán ineficientes y cuestionados en transparencia“, indica Mendoza.

El principio es que si el Estado te encierra, el Estado te debe pagar y ayudarte a superar las pérdidas. Rodolfo Mendoza.

“Ningún emprendedor debió debatirse entre la salud y la economía, ni estar en la incómoda posición de despedir empleados o cerrar su empresa”, agrega.

“El alivio debió llegar de inmediato por medio del pago directo de los salarios a todos los trabajadores de empresas que no hicieran despidos. Además, con créditos blandos y flexibles con seis meses de gracia. En cambio, tenemos banderas blancas por todos lados, el signo de la tardanza de la ayuda que debió estar desde el inicio”, resalta Mendoza..

“Ese retraso ha generado una tensión que está llegando a niveles insoportables esta semana”, comenta el analista

“El riesgo es que en vez de resolver el problema de fondo, que es la falta de ayuda, se propone una salida que nos costará en otra área. La presión es cada vez mayor para reabrir de inmediato la economía, sin superar el pico de contagios activos, a costa del riesgo en salud”, afirma.

Pese a ello, Mendoza considera que el Gobierno está a tiempo para corregir los errores al plantear un plan inmediato de reactivación de la economía.

Una oportunidad en la crisis

Esta crisis podría ser la oportunidad de hacer avanzar proyectos positivos que se habían quedado estancados”, asegura.

“Deberíamos estar discutiendo sobre el plan de inversión en infraestructura, la implementación de los proyectos de alianzas públicos privadas y la reforma e inversión en el sector salud”, añade.

Además, “la competitividad del país ante los vecinos para atraer inversión extranjera o la reactivación y promoción del turismo, pero la discusión está estancada en abrir ya, versus esperar”, agrega.

“Se espera, además, que el país se recupere antes que otros, y que dentro de 15 meses estemos ya facturando lo mismo que antes de la crisis, mucho más rápido que otras naciones, con la debida variación entre unos y otros sectores”, indica con tono de optimismo Mendoza.

“Tenemos la ventaja de ir de último en esta curva y podemos aprender de otros. Debemos, por lo tanto, mantenernos con templanza y con la mirada puesta en la reconstrucción que comenzaremos pronto. Con una estrategia integral y sólida que nos permita un día ver para atrás a este tiempo que sirvió de transformación para todo el país”, concluye Mendoza.