La poca claridad de las autoridades para identificar el problema, la ausencia de identificación de población objetivo y el atraso de la entrega de la ayuda a los beneficiarios del Bono Familia son algunas debilidades del programa, según el CIEN.
El Bono Familia consistió en un aporte de hasta Q1 mil por tres meses para las personas afectadas por los efectos de la pandemia del coronavirus. El último pago que recibieron las familias fue de Q250, Q750 menos de lo proyectado por el Congreso y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Walter Gómez, vocero del Mides, informó que el pasado 15 de diciembre se concluyó con el envío de los 2.6 millones de códigos a los celulares de los beneficiarios registrados y este viernes esperan entregar los códigos a las personas que no cuentan con energía eléctrica. “Con la entrega de los códigos de este viernes se concluye todo el proceso”, indicó Gómez.
Estudio y análisis
El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) presentó un análisis del proceso y ejecución del programa, implementado para ayudar a más de 2.6 millones de personas afectadas por los efectos del coronavirus en Guatemala.
En el estudio se reveló las debilidades y fortalezas para la implementación y ejecución del Bono Familia. Entre las debilidades se resaltó la “poca claridad en la identificación del problema y la ausencia de identificación de población objetivo”.
Además, el atraso que se generó para entregar parte del primer pago y el segundo pago a los beneficiarios a raíz de las modificaciones aprobadas por los diputados, luego de estar vigente el programa.
El CIEN y las debilidades del programa
- En fase de diagnóstico se evidencia poca claridad en la identificación del problema priorizado, ausencia de identificación de población objetivo. Además la falta de los factores causales que producen el problema y pobre evidencia de estos, no hay indicadores de magnitud y tiempo asociados al problema ni a los factores causales, y tampoco se identifica claramente a la población afectada.
- No se indica cuál es el estado ideal que debe alcanzar la población beneficiaria con el apoyo; tampoco se indican elementos básicos sobre las condiciones o características de ese apoyo: cantidad y tiempos de entrega; y poca alineación entre el plan de emergencia del gobierno y el diseño de la estrategia de intervención.
- No se formula ningún resultado asociado al Bono Familia que defina, de forma explícita y clara, el cambio en las condiciones de vida del ciudadano que se quiere alcanzar. El monto presupuestado y la cantidad de aportes fue subestimado respecto de la cantidad de la población objetivo y de la duración de las intervenciones.
- Una vez iniciada la ejecución del Bono Familia, el Congreso de la República realiza cambios en la definición de criterios de elegibilidad de beneficiarios y mecanismos de entrega de la transferencia monetaria. Estos cambios implicaron demoras en la entrega de los aportes.
- Los cambios aprobados mediante el Decreto 22-2020, también tienen un impacto en el tamaño del padrón: Esto provocó una especie de “padrón dinámico” en el programa, que contraviene las buenas prácticas en la implementación de programas de transferencias monetarias. El incremento en el padrón ocasionó que el Mides tuviera que reducir el monto del tercer aporte para mantenerse dentro de la restricción presupuestaria.
Aspectos positivos según el CIEN
- La implementación de la firma electrónica para los procesos internos de Mides de autorizaciones y pago de aportes, así como la conformación de expedientes.
- La conformación de un nuevo padrón de beneficiarios en el país.
- El método innovador para la entrega de las transferencias monetarias.
- La integración del sistema financiero para la entrega de aportes.
- El Bono Familia se implementó en menos tiempo del que lleva implementar cualquier otro programa en el sector público.
Recomendaciones del CIEN
- Focalizar los programas de transferencia hacia los estratos de población con menores niveles de bienestar y seleccionar a sus beneficiarios por medio de combinaciones de criterios y métodos de focalización.
- Implementar un sistema único de registro de beneficiarios para todos los programas sociales.
- Continuar y fortalecer el uso la plataforma tecnológica, los sistemas y validación de solicitantes que implementó el Bono Familia.
- Mantener actualizada la información socioeconómica y demográfica sobre individuos y hogares.
- Que los aportes monetarios o en especie de los programas sociales de Mides se entreguen solamente a un padrón de beneficiarios terminado, depurado y validado.
- Desarrollar procedimientos de quejas, reclamos y denuncias que forme parte de un sistema de monitoreo y evaluación de las intervenciones.
- Institucionalizar el mecanismo de pago bancarizado para los pagos de aportes de todos los programas sociales.
La poca claridad de las autoridades para identificar el problema, la ausencia de identificación de población objetivo y el atraso de la entrega de la ayuda a los beneficiarios del Bono Familia son algunas debilidades del programa, según el CIEN.
El Bono Familia consistió en un aporte de hasta Q1 mil por tres meses para las personas afectadas por los efectos de la pandemia del coronavirus. El último pago que recibieron las familias fue de Q250, Q750 menos de lo proyectado por el Congreso y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Walter Gómez, vocero del Mides, informó que el pasado 15 de diciembre se concluyó con el envío de los 2.6 millones de códigos a los celulares de los beneficiarios registrados y este viernes esperan entregar los códigos a las personas que no cuentan con energía eléctrica. “Con la entrega de los códigos de este viernes se concluye todo el proceso”, indicó Gómez.
Estudio y análisis
El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) presentó un análisis del proceso y ejecución del programa, implementado para ayudar a más de 2.6 millones de personas afectadas por los efectos del coronavirus en Guatemala.
En el estudio se reveló las debilidades y fortalezas para la implementación y ejecución del Bono Familia. Entre las debilidades se resaltó la “poca claridad en la identificación del problema y la ausencia de identificación de población objetivo”.
Además, el atraso que se generó para entregar parte del primer pago y el segundo pago a los beneficiarios a raíz de las modificaciones aprobadas por los diputados, luego de estar vigente el programa.
El CIEN y las debilidades del programa
- En fase de diagnóstico se evidencia poca claridad en la identificación del problema priorizado, ausencia de identificación de población objetivo. Además la falta de los factores causales que producen el problema y pobre evidencia de estos, no hay indicadores de magnitud y tiempo asociados al problema ni a los factores causales, y tampoco se identifica claramente a la población afectada.
- No se indica cuál es el estado ideal que debe alcanzar la población beneficiaria con el apoyo; tampoco se indican elementos básicos sobre las condiciones o características de ese apoyo: cantidad y tiempos de entrega; y poca alineación entre el plan de emergencia del gobierno y el diseño de la estrategia de intervención.
- No se formula ningún resultado asociado al Bono Familia que defina, de forma explícita y clara, el cambio en las condiciones de vida del ciudadano que se quiere alcanzar. El monto presupuestado y la cantidad de aportes fue subestimado respecto de la cantidad de la población objetivo y de la duración de las intervenciones.
- Una vez iniciada la ejecución del Bono Familia, el Congreso de la República realiza cambios en la definición de criterios de elegibilidad de beneficiarios y mecanismos de entrega de la transferencia monetaria. Estos cambios implicaron demoras en la entrega de los aportes.
- Los cambios aprobados mediante el Decreto 22-2020, también tienen un impacto en el tamaño del padrón: Esto provocó una especie de “padrón dinámico” en el programa, que contraviene las buenas prácticas en la implementación de programas de transferencias monetarias. El incremento en el padrón ocasionó que el Mides tuviera que reducir el monto del tercer aporte para mantenerse dentro de la restricción presupuestaria.
Aspectos positivos según el CIEN
- La implementación de la firma electrónica para los procesos internos de Mides de autorizaciones y pago de aportes, así como la conformación de expedientes.
- La conformación de un nuevo padrón de beneficiarios en el país.
- El método innovador para la entrega de las transferencias monetarias.
- La integración del sistema financiero para la entrega de aportes.
- El Bono Familia se implementó en menos tiempo del que lleva implementar cualquier otro programa en el sector público.
Recomendaciones del CIEN
- Focalizar los programas de transferencia hacia los estratos de población con menores niveles de bienestar y seleccionar a sus beneficiarios por medio de combinaciones de criterios y métodos de focalización.
- Implementar un sistema único de registro de beneficiarios para todos los programas sociales.
- Continuar y fortalecer el uso la plataforma tecnológica, los sistemas y validación de solicitantes que implementó el Bono Familia.
- Mantener actualizada la información socioeconómica y demográfica sobre individuos y hogares.
- Que los aportes monetarios o en especie de los programas sociales de Mides se entreguen solamente a un padrón de beneficiarios terminado, depurado y validado.
- Desarrollar procedimientos de quejas, reclamos y denuncias que forme parte de un sistema de monitoreo y evaluación de las intervenciones.
- Institucionalizar el mecanismo de pago bancarizado para los pagos de aportes de todos los programas sociales.