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14. Estimado Lector: En política ¿Izquierda o derecha?

La realidad es que si existiera una derecha o una izquierda compenetrada con las ideas que verdaderos ideólogos hubiesen propuesto para la identificación, análisis y solución de los problemas nacionales actuales, nosotros, todos los habitantes del país, estaríamos en una sociedad que dista mucho de lo que es.

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Enrique Búcaro Batres |
09 de agosto, 2023

¿Existirá algo más que la derecha o la izquierda? la realidad es que si, y no, no me refiero al centro o a las extremas, me refiero a la búsqueda de las mejores decisiones conforme a principios, valores e ideas propias. Es importante advertir que la izquierda y la derecha son ideologías que buscan, en última instancia, el poder de decidir cómo debe manejarse toda una sociedad. La izquierda, generalmente, se basa en ideas derivadas o inspiradas por lo escrito por Karl Marx, quien nació en 1818 y se murió en 1883, viviendo en Europa y perteneciendo a una clase intelectual cuya sociedad era, sin miedo a equivocarme, muy pero muy distinta a la sociedad guatemalteca contemporánea. De la misma forma, la derecha se basa en ideas derivadas o inspiradas por lo escrito por Adam Smith, quien vivió y murió en el siglo XVIII, también en Europa y también en una sociedad muy pero muy distinta a la sociedad guatemalteca actual.

Creo, con sinceridad, que existen muchos que se dicen de izquierda o que se dicen de derecha que lo único que hacen es escuchar campanas, leer posts en redes sociales o a lo sumo leer algún periódico de vez en cuando e interpretar que son de uno u otro bando, el cual creen que por osmosis les ha brindado el conocimiento necesarios para desde ese espectro político encontrar y enseñar a fuerza de tweet las soluciones a las problemáticas nacionales.

La realidad es que si existiera una derecha o una izquierda compenetrada con las ideas que verdaderos ideólogos hubiesen propuesto para la identificación, análisis y solución de los problemas nacionales actuales, nosotros, todos los habitantes del país, estaríamos en una sociedad que dista mucho de lo que es.

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Por ello creo que, aunque vale la pena entender las propuestas serias de la derecha y de la izquierda, vale más la pena hacer un esfuerzo por entender los problemas desde la perspectiva que uno mismo pueda comprender. Vale la pena analizar los problemas con paciencia pero con seriedad para aportar desde los principios, valores e ideas que uno tiene y puede entender, sabiendo que en una democracia toda idea cuenta. Ningún planteamiento y conocimiento debiera quedar fuera del debate público, ninguna propuesta seria debiera ser descartada sin haber sido analizada.

Al final ninguna persona tiene el conocimiento total, nadie sabe todo y menos aún puede encontrar la solución a todos los problemas. Karl Marx, Adam Smith y todos sus seguidores (serios claro) tienen un enorme mérito por haberse atrevido a pensar, escribir y proponer ideas que aún hoy pueden ayudar a encontrar soluciones a los problemas nacionales. Debemos encontrar y apoyar a los pensadores que hoy existen y proponen soluciones novedosas a problemas de fondo, y si no los encontramos debemos serlos.

Un buen político, de izquierda o de derecha, plantearía soluciones para todos los habitantes de la sociedad. Un político de izquierda deberá aceptar que necesita estimular la competencia y la generación de riqueza para tener recursos con los cuales ayudar a los más necesitados, así como que existen necesidades que salen del plano material de la persona y que son indispensables para la realización personal, familiar y social donde más que la censura se necesita estimular el ejercicio de la libertad en responsabilidad. De la misma forma, un político de derecha deberá aceptar que tener un buen Estado es indispensable para lograr los fines que a todos interesan, que buscar erradicar la pobreza no es solo de socialistas y comunistas y que la inversión social es la clave para el desarrollo económico y social del país.

Tristemente la derecha y la izquierda en nuestro país son en realidad casi inexistentes, y aquellos que se hacen llamar políticos de izquierda o de derecha son mayoritariamente informales, carentes de seriedad y por sobre todo ajenas a la realidad nacional, no solo de los más necesitados sino también de aquellos que empresarios que trabajan por salir adelante, de aquellos emprendedores que quiere competir en igualdad de condiciones, por aquellas personas que necesitan un mejor sistema judicial para asegurar su patrimonio y pequeña riqueza.

En Guatemala lo que se necesita son más verdaderos políticos de derecha y de izquierda, pero sobre todo más personas comprometidas con el desarrollo humano, social y económico, lo cual supera a la derecha y supera a la izquierda, pues ambas ideologías plantean ideas generales, principios y valores que buscan orientar el pensamiento pero no solucionar todos y cada uno de los problemas que aquejan a este pequeño país.

Ánimo estimado lector, ánimo en seguir formándose y en seguir ayudando, dentro de lo posible, a formar a quienes nos rodean. Nunca se nos debe olvidar que las ideologías no son Dios, a Dios le servimos pero las ideologías deben servirnos a nosotros y no nosotros a ellas.  

14. Estimado Lector: En política ¿Izquierda o derecha?

La realidad es que si existiera una derecha o una izquierda compenetrada con las ideas que verdaderos ideólogos hubiesen propuesto para la identificación, análisis y solución de los problemas nacionales actuales, nosotros, todos los habitantes del país, estaríamos en una sociedad que dista mucho de lo que es.

Enrique Búcaro Batres |
09 de agosto, 2023
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¿Existirá algo más que la derecha o la izquierda? la realidad es que si, y no, no me refiero al centro o a las extremas, me refiero a la búsqueda de las mejores decisiones conforme a principios, valores e ideas propias. Es importante advertir que la izquierda y la derecha son ideologías que buscan, en última instancia, el poder de decidir cómo debe manejarse toda una sociedad. La izquierda, generalmente, se basa en ideas derivadas o inspiradas por lo escrito por Karl Marx, quien nació en 1818 y se murió en 1883, viviendo en Europa y perteneciendo a una clase intelectual cuya sociedad era, sin miedo a equivocarme, muy pero muy distinta a la sociedad guatemalteca contemporánea. De la misma forma, la derecha se basa en ideas derivadas o inspiradas por lo escrito por Adam Smith, quien vivió y murió en el siglo XVIII, también en Europa y también en una sociedad muy pero muy distinta a la sociedad guatemalteca actual.

Creo, con sinceridad, que existen muchos que se dicen de izquierda o que se dicen de derecha que lo único que hacen es escuchar campanas, leer posts en redes sociales o a lo sumo leer algún periódico de vez en cuando e interpretar que son de uno u otro bando, el cual creen que por osmosis les ha brindado el conocimiento necesarios para desde ese espectro político encontrar y enseñar a fuerza de tweet las soluciones a las problemáticas nacionales.

La realidad es que si existiera una derecha o una izquierda compenetrada con las ideas que verdaderos ideólogos hubiesen propuesto para la identificación, análisis y solución de los problemas nacionales actuales, nosotros, todos los habitantes del país, estaríamos en una sociedad que dista mucho de lo que es.

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Por ello creo que, aunque vale la pena entender las propuestas serias de la derecha y de la izquierda, vale más la pena hacer un esfuerzo por entender los problemas desde la perspectiva que uno mismo pueda comprender. Vale la pena analizar los problemas con paciencia pero con seriedad para aportar desde los principios, valores e ideas que uno tiene y puede entender, sabiendo que en una democracia toda idea cuenta. Ningún planteamiento y conocimiento debiera quedar fuera del debate público, ninguna propuesta seria debiera ser descartada sin haber sido analizada.

Al final ninguna persona tiene el conocimiento total, nadie sabe todo y menos aún puede encontrar la solución a todos los problemas. Karl Marx, Adam Smith y todos sus seguidores (serios claro) tienen un enorme mérito por haberse atrevido a pensar, escribir y proponer ideas que aún hoy pueden ayudar a encontrar soluciones a los problemas nacionales. Debemos encontrar y apoyar a los pensadores que hoy existen y proponen soluciones novedosas a problemas de fondo, y si no los encontramos debemos serlos.

Un buen político, de izquierda o de derecha, plantearía soluciones para todos los habitantes de la sociedad. Un político de izquierda deberá aceptar que necesita estimular la competencia y la generación de riqueza para tener recursos con los cuales ayudar a los más necesitados, así como que existen necesidades que salen del plano material de la persona y que son indispensables para la realización personal, familiar y social donde más que la censura se necesita estimular el ejercicio de la libertad en responsabilidad. De la misma forma, un político de derecha deberá aceptar que tener un buen Estado es indispensable para lograr los fines que a todos interesan, que buscar erradicar la pobreza no es solo de socialistas y comunistas y que la inversión social es la clave para el desarrollo económico y social del país.

Tristemente la derecha y la izquierda en nuestro país son en realidad casi inexistentes, y aquellos que se hacen llamar políticos de izquierda o de derecha son mayoritariamente informales, carentes de seriedad y por sobre todo ajenas a la realidad nacional, no solo de los más necesitados sino también de aquellos que empresarios que trabajan por salir adelante, de aquellos emprendedores que quiere competir en igualdad de condiciones, por aquellas personas que necesitan un mejor sistema judicial para asegurar su patrimonio y pequeña riqueza.

En Guatemala lo que se necesita son más verdaderos políticos de derecha y de izquierda, pero sobre todo más personas comprometidas con el desarrollo humano, social y económico, lo cual supera a la derecha y supera a la izquierda, pues ambas ideologías plantean ideas generales, principios y valores que buscan orientar el pensamiento pero no solucionar todos y cada uno de los problemas que aquejan a este pequeño país.

Ánimo estimado lector, ánimo en seguir formándose y en seguir ayudando, dentro de lo posible, a formar a quienes nos rodean. Nunca se nos debe olvidar que las ideologías no son Dios, a Dios le servimos pero las ideologías deben servirnos a nosotros y no nosotros a ellas.