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17. Tenemos presidente y vicepresidenta.

Es importante reconocer la victoria ahora para poder exigir ese mismo reconocimiento cuando gane a quien nosotros si hayamos votados, y por consecuencia ayudado a elegir.

.
Enrique Búcaro Batres |
07 de septiembre, 2023

Quizás usted es cómo yo y no votó ni en primera vuelta, ni en segunda vuelta por el binomio presidencial que propuso el Movimiento Semilla. No obstante, y gracias a Dios, vivimos en una república cuyo sistema de elección es democrático, lo cual significa que es electo presidente quien logre sacar más votos dentro del proceso electoral. Es importante reconocer la victoria ahora para poder exigir ese mismo reconocimiento cuando gane a quien nosotros si hayamos votados, y por consecuencia ayudado a elegir.

Existen quienes dicen que la democracia es la dictadura de la mayoría, lo cual ojalá y fuera así en tanto que hubiese sido la mayoría la que hubiese salido a votar, pero tristemente la mayoría ni siquiera votó y muchos, pero muchos, votaron nulo, lo cual manifiesta una seria disconformidad con todo el tema electoral. Esto no debemos perderlo de vista.

Sin embargo, quienes quedaron electos como diputados, alcaldes, presidente, etc. lo hicieron dentro de los parámetros que la ley les proporcionó y el Estado Constitucional de Derecho, medianamente reaccionó y permitió sacar adelante un proceso electoral que, sin duda, se debe mejorar antes de su próxima ejecución.  

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Hoy por hoy, la ciudadanía debe prepararse para afrontar un nuevo gobierno y debe formarse para entender que cada puestos electo no es uno más importante que el otro, sino todos son distintos, pues distinta es su función que debe orientarse al cumplimiento y desarrollo de la ley en general, y de la Constitución Política de la República en particular.

Todos los funcionarios que han sido electos llegan con un mandato y un marco jurídico que les limita y ordena qué deben y pueden hacer. Por ejemplo, las funciones del presidente están establecidas en el artículo 183 constitucional, las funciones de la vicepresidenta están establecidas en el artículo 191 constitucional, la de los diputados como Congreso de la República, están establecidas en los artículos 165 y 171 constitucionales, etc.

Si queremos realmente un mejor Estado, debemos partir de que cada persona que desempeña un puesto debe ser responsable del trabajo y desarrollo de ese puesto, no debiendo permitir que unos hagan nada y otros se extralimiten en su quehacer. Entiendo la frustración y/o el deseo de los buenos funcionarios en querer hacer lo más posible en corto tiempo que tienen, también entiendo pero no comparto el deseo de los malos funcionarios de hacer todo menos lo que les deben, tomándose los derechos y dejando a un lado las responsabilidades que les corresponden.

El mejoramiento de la República de Guatemala se dará en mucho más tiempo de lo que las nuevas autoridades electas podrán ejercer su puesto, y eso está bien, así es la naturaleza de la república y de la participación ciudadana en el gobierno de todo buen país. Además un factor imperativo del mejoramiento del país, aun cuando los mejores hayan pasado y queden los buenos, e incluso cuando queden los malos, son los ciudadanos que exigen el cumplimiento de las leyes y de la constitución.

Los funcionarios siempre tienen espacio para maniobrar, para girar el timón del Estado hacia la derecha o hacia la izquierda, pero no deben tener espacio para abusar de su puesto, de sus privilegios que ya de por sí son mucho más de los que alguien se merece solo por estar en el puesto per se. Por ello, no debemos dejarnos engañar cuando quienes privilegian sus ideales políticos, por sobre los ideales de la nación, pidan más derechos, más privilegios, más poder para buscar ajustar las leyes a sus deseos por no querer someter su voluntad a la normativa que representa el ideal social.

Ánimo estimado lector, tenemos nueva autoridades, electas por un proceso democrático real, en el cual quedó claro no estamos en lo mejor que podemos aspirar pero, por favor, créame, que no estamos ni de cerca en lo peor que podríamos estar. Existe margen, mucho margen para mejorar o para empeorar, y depende enteramente de nosotros a qué lado todo se va a inclinar.

 

17. Tenemos presidente y vicepresidenta.

Es importante reconocer la victoria ahora para poder exigir ese mismo reconocimiento cuando gane a quien nosotros si hayamos votados, y por consecuencia ayudado a elegir.

Enrique Búcaro Batres |
07 de septiembre, 2023
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Quizás usted es cómo yo y no votó ni en primera vuelta, ni en segunda vuelta por el binomio presidencial que propuso el Movimiento Semilla. No obstante, y gracias a Dios, vivimos en una república cuyo sistema de elección es democrático, lo cual significa que es electo presidente quien logre sacar más votos dentro del proceso electoral. Es importante reconocer la victoria ahora para poder exigir ese mismo reconocimiento cuando gane a quien nosotros si hayamos votados, y por consecuencia ayudado a elegir.

Existen quienes dicen que la democracia es la dictadura de la mayoría, lo cual ojalá y fuera así en tanto que hubiese sido la mayoría la que hubiese salido a votar, pero tristemente la mayoría ni siquiera votó y muchos, pero muchos, votaron nulo, lo cual manifiesta una seria disconformidad con todo el tema electoral. Esto no debemos perderlo de vista.

Sin embargo, quienes quedaron electos como diputados, alcaldes, presidente, etc. lo hicieron dentro de los parámetros que la ley les proporcionó y el Estado Constitucional de Derecho, medianamente reaccionó y permitió sacar adelante un proceso electoral que, sin duda, se debe mejorar antes de su próxima ejecución.  

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Todos los funcionarios que han sido electos llegan con un mandato y un marco jurídico que les limita y ordena qué deben y pueden hacer. Por ejemplo, las funciones del presidente están establecidas en el artículo 183 constitucional, las funciones de la vicepresidenta están establecidas en el artículo 191 constitucional, la de los diputados como Congreso de la República, están establecidas en los artículos 165 y 171 constitucionales, etc.

Si queremos realmente un mejor Estado, debemos partir de que cada persona que desempeña un puesto debe ser responsable del trabajo y desarrollo de ese puesto, no debiendo permitir que unos hagan nada y otros se extralimiten en su quehacer. Entiendo la frustración y/o el deseo de los buenos funcionarios en querer hacer lo más posible en corto tiempo que tienen, también entiendo pero no comparto el deseo de los malos funcionarios de hacer todo menos lo que les deben, tomándose los derechos y dejando a un lado las responsabilidades que les corresponden.

El mejoramiento de la República de Guatemala se dará en mucho más tiempo de lo que las nuevas autoridades electas podrán ejercer su puesto, y eso está bien, así es la naturaleza de la república y de la participación ciudadana en el gobierno de todo buen país. Además un factor imperativo del mejoramiento del país, aun cuando los mejores hayan pasado y queden los buenos, e incluso cuando queden los malos, son los ciudadanos que exigen el cumplimiento de las leyes y de la constitución.

Los funcionarios siempre tienen espacio para maniobrar, para girar el timón del Estado hacia la derecha o hacia la izquierda, pero no deben tener espacio para abusar de su puesto, de sus privilegios que ya de por sí son mucho más de los que alguien se merece solo por estar en el puesto per se. Por ello, no debemos dejarnos engañar cuando quienes privilegian sus ideales políticos, por sobre los ideales de la nación, pidan más derechos, más privilegios, más poder para buscar ajustar las leyes a sus deseos por no querer someter su voluntad a la normativa que representa el ideal social.

Ánimo estimado lector, tenemos nueva autoridades, electas por un proceso democrático real, en el cual quedó claro no estamos en lo mejor que podemos aspirar pero, por favor, créame, que no estamos ni de cerca en lo peor que podríamos estar. Existe margen, mucho margen para mejorar o para empeorar, y depende enteramente de nosotros a qué lado todo se va a inclinar.