Nos acercamos al 20 de agosto, fecha definida para llevar a cabo el balotaje presidencial entre Bernardo Arévalo postulado por el partido Movimiento Semilla y Sandra Torres postulada por el partido Unidad Nacional de la Esperanza.

Se ha escrito sobre que Torres es ahora conservadora-liberal (solo incautos lo creen), pero sus propuestas son, como lo estableció Carmina La Verificadora, las clásicas de la socialdemocracia o sobre que Arévalo es comunista o progresista (los estatutos y propuesta de gobierno hacia allí se inclinan), si bien él se define como socialdemócrata.

Tiene que estar claro que ambas opciones políticas son socialdemócratas (justicia social, solidaridad y libertad personal son sus valores), pero Semilla con marcas progresistas (izquierda democrática [la cual pretende ser una religión] que promulga la igualdad, la promoción de libertades personales y la intervención económica). No se puede llegar a otra conclusión después de escuchar las declaraciones de los candidatos y leer los documentos que ambos han publicado y que son de acceso público. Semilla ha publicado tres (Plan de Gobierno Movimiento Semilla 2024-2028 Por un país para vivir; 10 Medidas Para Salvar A Guatemala De La Corrupción Hacia un Sistema Nacional Anticorrupción; Cambios para los 100 días del Gobierno de Bernardo Arévalo) y la UNE uno (Plan de Gobierno 2024-2028 Sí es posible ayudar Sin quitarle a nadie).

Ahora corresponde establecer si Arévalo y Torres son populistas.

A mi criterio ambos lo son, partiendo de la afirmación de que el populismo es la idea de que la sociedad está separada en dos grupos antagónicos entre sí: la gente buena y pura y la élite corrupta (Cas Mudde y Cristóbal Rovira Kaltwasser; Populism: A Very Short Introduction, Very Short Introductions. New York, 2017; Oxford Academic). Así también, el historiador y filósofo político alemán Jan-Werner Müller indica en su libro: What is Populism? (University of Pennsylvania Press. 2016), que el populismo no es una ideología política sino una metodología política. Para Müller la esencia del populismo consiste en tener a un líder que surge del pueblo y que se presenta como el salvador de ese pueblo auténtico y real frente a sus enemigos.

Parafraseando a Argandoña: al populismo, tanto el de derecha como el de izquierda, lo caracteriza la apelación al pueblo, tanto frente a las estructuras de poder (definidas por los mismos populistas) como frente a los valores o ideas dominantes de la sociedad, valores que, esas estructuras de poder controlan y manipulan. Si repasamos las redes sociales en Guatemala, en medio de la contienda electoral, claramente se establece la yuxtaposición aguda de nosotros y el otro.

Bajo la concepción de Mudde y Rovira está Arévalo y el amorfo concepto de pacto de corruptos, mientras que Torres está en la órbita de Müller, porque ella se presenta como esa lideresa salvadora y por sus últimas expresiones: mesiánica.

Hay otras evidencias que confirman que ambos son populistas y presento un par de ellas.

Iniciemos con Sandra Torres. En la portal web https://www.siesposibleayudar.gt/ se encuentran se encuentran detalles de algunas de las ofertas de campaña: bolsa solidaria (ampliada), créditos a la palabra, mi familia progresa, una computadora por joven y mi primer empleo. Pero la que destaco es Chance En Tu Gobierno: “el programa consiste en la creación de una bolsa de empleo, donde los jóvenes podrán ingresar sus hojas de vida e información y aplicar a puestos de trabajo en las distintas instituciones y ministerios del Gobierno central.” En otras palabras, la candidata está repartiendo plazas en el aparato estatal antes de ganar y tomar posesión, omitiendo la Ley de Servicio Civil, eliminando la meritocracia, anunciando que aumentará la burocracia y el renglón de gasto: sueldos y salarios. Hay necesidad de funcionarios formados y capacitados porque tenemos déficit en policías, enfermeras, técnicos, maestros, etc., pero no pueden ser reclutados y contratados de la manera en que Torres lo ofrece. Esto es populismo clientelar.

Ahora veamos el caso de Arévalo. Anoto, el populismo desconfía de los medios de comunicación que ejercen la libertad de expresión. Sin embargo, Semilla en la página 7 de su plan de gobierno responsabiliza de la actual situación, según sus criterios, a los medios de comunicación que escogen ignorar su responsabilidad de ser imparciales. Otra muestra es la propuesta de una economía humana en la que “… los productores y consumidores, trabajadores y patronos, grandes y pequeños empresarios, cooperativistas y comunidades podrán interactuar libremente en el marco de políticas y de regulaciones establecidas legítima y democráticamente por la ciudadanía…” Concluyo que para Arévalo y Semilla: sin democracia (en los términos por ellos mismos definidos) la República se vuelve tiranía. (https://movimientosemilla.gt/principios/)

Por lo anterior y otras evidencias es que para el 20 de agosto iremos a votar por dos opciones socialdemócratas populistas.