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Esperanza

Pocas veces creería, logramos llegar al fondo de reconocer y vivir acorde a ello, que esta esperanza ha sido sembrada en nuestro ADN por el creador: Dios el Padre…

.
Juan Francisco Callejas |
26 de diciembre, 2023
El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

En una buena parte de nosotros como seres humanos pensantes, de vez en cuando viene a nuestra mente la idea de haber nacido, crecer, reproducirnos y morir. 

En algunos de quienes nos detenemos a meditar, la expectativa de vida, centramos nuestra mente y vida en: la esperanza. Sobre todo, de cara a un nuevo año con fuertes incertidumbres.

Pocas veces creería, logramos llegar al fondo de reconocer y vivir acorde a ello, que esta esperanza ha sido sembrada en nuestro ADN por el creador: Dios el Padre, y menos aún conectamos esta realidad con el Nacimiento de Nuevo que en fortaleza a esa idea de esperanza, Jesucristo mismo – sí, Jesucristo, el niño del cual acabamos de celebrar una fecha más de su nacimiento – nos entrega y deja en misión después de su muerte, al Espíritu Santo, para que bien acompañados, podamos experimentar esta esperanza hecha vida en nosotros.

Mario Benedetti, un poeta latinoamericano que sin duda durante su prodiga vida como poeta, logró cumplir con la misión que debo decir en mis convicciones cristianas, le fue encargada para la riqueza del español y de esta nuestra bella tierra latinoamericana, por la voluntad de Dios, dejo, entre otros poemas hermosos: ESPERANZA. Así titula este talentoso poeta, la composición que para cerrar el presente año quiero invitar a leer y más aun, pensar en su contenido en el contexto de nuestras luchas como nación en Guatemala y por qué no, en las futuras batallas que los hombres y mujeres amantes de la libertad que Cristo vino a predicarnos, tendremos que batallar por la VERDAD. Disfrútelo:

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Cuando la tormenta pase

Y se amansen los caminos

y seamos sobrevivientes

de un naufragio colectivo.

 

Con el corazón lloroso

y el destino bendecido

nos sentiremos dichosos

tan sólo por estar vivos.

 

Y le daremos un abrazo

al primer desconocido

y alabaremos la suerte

de conservar un amigo.

 

Y entonces recordaremos

todo aquello que perdimos

y de una vez aprenderemos

todo lo que no aprendimos.

 

Ya no tendremos envidia

pues todos habrán sufrido.

Ya no tendremos desidia

Seremos más compasivos.

 

Valdrá más lo que es de todos

Que lo jamás conseguido

Seremos más generosos

Y mucho más comprometidos

 

Entenderemos lo frágil

que significa estar vivos

Sudaremos empatía

por quien está y quien se ha ido.

 

Extrañaremos al viejo

que pedía un peso en el mercado,

que no supimos su nombre

y siempre estuvo a tu lado.

 

Y quizás el viejo pobre

era tu Dios disfrazado.

Nunca preguntaste el nombre

porque estabas apurado.

 

Y todo será un milagro

Y todo será un legado

Y se respetará la vida,

la vida que hemos ganado.

 

Cuando la tormenta pase

te pido Dios, apenado,

que nos devuelvas mejores,

como nos habías soñado.

Feliz Año Nuevo y bendiciones de nuestro Señor Jesús para usted, su familia y Guatemala.

Esperanza

Pocas veces creería, logramos llegar al fondo de reconocer y vivir acorde a ello, que esta esperanza ha sido sembrada en nuestro ADN por el creador: Dios el Padre…

Juan Francisco Callejas |
26 de diciembre, 2023
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El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

En una buena parte de nosotros como seres humanos pensantes, de vez en cuando viene a nuestra mente la idea de haber nacido, crecer, reproducirnos y morir. 

En algunos de quienes nos detenemos a meditar, la expectativa de vida, centramos nuestra mente y vida en: la esperanza. Sobre todo, de cara a un nuevo año con fuertes incertidumbres.

Pocas veces creería, logramos llegar al fondo de reconocer y vivir acorde a ello, que esta esperanza ha sido sembrada en nuestro ADN por el creador: Dios el Padre, y menos aún conectamos esta realidad con el Nacimiento de Nuevo que en fortaleza a esa idea de esperanza, Jesucristo mismo – sí, Jesucristo, el niño del cual acabamos de celebrar una fecha más de su nacimiento – nos entrega y deja en misión después de su muerte, al Espíritu Santo, para que bien acompañados, podamos experimentar esta esperanza hecha vida en nosotros.

Mario Benedetti, un poeta latinoamericano que sin duda durante su prodiga vida como poeta, logró cumplir con la misión que debo decir en mis convicciones cristianas, le fue encargada para la riqueza del español y de esta nuestra bella tierra latinoamericana, por la voluntad de Dios, dejo, entre otros poemas hermosos: ESPERANZA. Así titula este talentoso poeta, la composición que para cerrar el presente año quiero invitar a leer y más aun, pensar en su contenido en el contexto de nuestras luchas como nación en Guatemala y por qué no, en las futuras batallas que los hombres y mujeres amantes de la libertad que Cristo vino a predicarnos, tendremos que batallar por la VERDAD. Disfrútelo:

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Cuando la tormenta pase

Y se amansen los caminos

y seamos sobrevivientes

de un naufragio colectivo.

 

Con el corazón lloroso

y el destino bendecido

nos sentiremos dichosos

tan sólo por estar vivos.

 

Y le daremos un abrazo

al primer desconocido

y alabaremos la suerte

de conservar un amigo.

 

Y entonces recordaremos

todo aquello que perdimos

y de una vez aprenderemos

todo lo que no aprendimos.

 

Ya no tendremos envidia

pues todos habrán sufrido.

Ya no tendremos desidia

Seremos más compasivos.

 

Valdrá más lo que es de todos

Que lo jamás conseguido

Seremos más generosos

Y mucho más comprometidos

 

Entenderemos lo frágil

que significa estar vivos

Sudaremos empatía

por quien está y quien se ha ido.

 

Extrañaremos al viejo

que pedía un peso en el mercado,

que no supimos su nombre

y siempre estuvo a tu lado.

 

Y quizás el viejo pobre

era tu Dios disfrazado.

Nunca preguntaste el nombre

porque estabas apurado.

 

Y todo será un milagro

Y todo será un legado

Y se respetará la vida,

la vida que hemos ganado.

 

Cuando la tormenta pase

te pido Dios, apenado,

que nos devuelvas mejores,

como nos habías soñado.

Feliz Año Nuevo y bendiciones de nuestro Señor Jesús para usted, su familia y Guatemala.