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Estimado Lector. Navidad.

No busquemos vivir otra vida solo decidamos vivir nuestra vida pero mejor. Sintámonos orgullosos, felices y agradecidos de nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra identidad y formas de celebrar la navidad...

Navidad
Enrique Búcaro Batres |
21 de diciembre, 2022

Cada año en esta época se celebra el nacimiento de Jesucristo, del Dios que se hizo persona, persona perfecta para enseñarnos todo lo que estemos abiertos a aprender.

Sin negar la divinidad de Cristo vale la pena reflexionar sobre la persona de Jesús. Una persona que vivió, se educó, trabajó y encontró el tiempo para amar a quien se dejó. La historia de su muerte es la más trágica y triste historia que recuerdo haber leído alguna vez. Su nacimiento en cambio es una de las historias más alegres, nace un bebé en medio de una familia que lo recibe con amor y con ánimo, sabiendo que lo que de él vendría será todo bueno. Muchos recordarán los desafíos de la familia de Jesús, su desdicha al no encontrar una casa para el nacimiento, lo difícil del camino, la razón para ir a donde se fue para el alumbramiento, etc. No obstante, la alegría estaba en el nacimiento de la persona y no en la abundancia o falta de bienes y regalos para obsequiar.

Yo por otra parte creo que es menester, necesidad, apropiarnos de la fecha para encontrar un espacio pequeño pero privado para guardar un momento de silencio y reflexionar, para interiorizar la alegría de sabernos parte de esta hermosa tradición que por más de dos mil años nos ha recordado la belleza, la vida y la humildad del Creador.

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La historia de Jesucristo da esperanza, una esperanza de sabernos acompañados y que la compañía de Dios y de las buenas personas que nos acogen basta para ir caminando, teniendo y armando una vida digna de vivir. Las dificultades sobrarán en el 2023 como lo hicieron en el 2022 pero la esperanza y fe en Dios y en nuestros seres queridos animará el alma para tener la fuerza de caminar. No busquemos que la subida en la montaña de la vida se vuelva fácil, busquemos ser nosotros más fuertes y decididos.

Busquemos con la fecha cambiar, pero no queriendo ser lo que en verdad no somos, cambiemos siendo lo que somos pero mejores. No busquemos vivir otra vida solo decidamos vivir nuestra vida pero mejor. Sintámonos orgullosos, felices y agradecidos de nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra identidad y formas de celebrar la navidad, sabiendo en todo momento que ello nos exige fraternidad y respeto hacia quien es distinto, hacia quien no cree o cree distinto. Conservemos pero mejoremos nuestras costumbres hacia una sociedad más humana y fraterna.

La navidad es para todos y de todos es la navidad, no neguemos a nadie un poco de ponche, un abrazo, unas palabras de cariño y la oportunidad de disfrutar estas fiestas en compañía y lejos de la soledad. Mi invitación es que si sabe de alguien que vaya a pasar las fiestas de fin de año en obligada soledad, le invite a su casa, a su familia y le muestre cómo se celebra, en verdad, la natividad de Jesucristo, hombre y Dios también.

Estimado Lector. Navidad.

No busquemos vivir otra vida solo decidamos vivir nuestra vida pero mejor. Sintámonos orgullosos, felices y agradecidos de nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra identidad y formas de celebrar la navidad...

Enrique Búcaro Batres |
21 de diciembre, 2022
Navidad

Cada año en esta época se celebra el nacimiento de Jesucristo, del Dios que se hizo persona, persona perfecta para enseñarnos todo lo que estemos abiertos a aprender.

Sin negar la divinidad de Cristo vale la pena reflexionar sobre la persona de Jesús. Una persona que vivió, se educó, trabajó y encontró el tiempo para amar a quien se dejó. La historia de su muerte es la más trágica y triste historia que recuerdo haber leído alguna vez. Su nacimiento en cambio es una de las historias más alegres, nace un bebé en medio de una familia que lo recibe con amor y con ánimo, sabiendo que lo que de él vendría será todo bueno. Muchos recordarán los desafíos de la familia de Jesús, su desdicha al no encontrar una casa para el nacimiento, lo difícil del camino, la razón para ir a donde se fue para el alumbramiento, etc. No obstante, la alegría estaba en el nacimiento de la persona y no en la abundancia o falta de bienes y regalos para obsequiar.

Yo por otra parte creo que es menester, necesidad, apropiarnos de la fecha para encontrar un espacio pequeño pero privado para guardar un momento de silencio y reflexionar, para interiorizar la alegría de sabernos parte de esta hermosa tradición que por más de dos mil años nos ha recordado la belleza, la vida y la humildad del Creador.

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Busquemos con la fecha cambiar, pero no queriendo ser lo que en verdad no somos, cambiemos siendo lo que somos pero mejores. No busquemos vivir otra vida solo decidamos vivir nuestra vida pero mejor. Sintámonos orgullosos, felices y agradecidos de nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra identidad y formas de celebrar la navidad, sabiendo en todo momento que ello nos exige fraternidad y respeto hacia quien es distinto, hacia quien no cree o cree distinto. Conservemos pero mejoremos nuestras costumbres hacia una sociedad más humana y fraterna.

La navidad es para todos y de todos es la navidad, no neguemos a nadie un poco de ponche, un abrazo, unas palabras de cariño y la oportunidad de disfrutar estas fiestas en compañía y lejos de la soledad. Mi invitación es que si sabe de alguien que vaya a pasar las fiestas de fin de año en obligada soledad, le invite a su casa, a su familia y le muestre cómo se celebra, en verdad, la natividad de Jesucristo, hombre y Dios también.