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Exigencias en inglés

¿Por qué somos tan importantes para Estados Unidos, como para haber enviado a un “alto funcionario” de su gobierno a ver cómo aseguraba la ascensión al trono del “electo”? 

.
Carolina Castellanos |
27 de octubre, 2023

¿Qué sucedería si algún ministro de Estado de Guatemala fuera a Estados Unidos a exigir y reclamar la aprobación de alguna ley, el cese de amenazas de sanciones por no cumplir las imposiciones o por haber nombrado a un funcionario en el Departamento de Estado que no nos gusta? De inmediato le quitarían la visa. Segundo, nadie lo recibiría en su oficina. Tercero, sería el hazmerreír del gobierno estadounidense. Regresaría con la vergüenza entre la mochila, con desplante diplomático incluido.

Esta semana tuvimos la visita de un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos. Vino a dar “instrucciones en inglés”, como bien lo describió un diputado hace algunos años. En esta ocasión, lo hizo a los cuatro vientos. La discreción y el respeto a la soberanía, se perdieron por completo. 

Me parece que el “electo”, entre comillas pues la sombra de fraude es gigante, requirió de ese apoyo precisamente para convencernos que fue legítimamente electo. Siendo de la misma corriente ideológica que el actual gobierno de Estados Unidos, encontró un buen alero en su batalla por el convencimiento a la ciudadanía guatemalteca.

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No siendo suficiente, el “electo” consiguió un montón de dinero para sufragar los gigantescos gastos que representó tener al país casi paralizado por la imposibilidad de movilizarse de un lugar a otro. Las pérdidas suman miles de millones de quetzales. Todos perdimos, de una forma u otra. Los productos se encarecieron significativamente, empobreciendo más a la población. No quiero pensar que, una vez en el cargo, vaya a organizar bloqueos para presionar la aprobación de alguna ley en el congreso (solo tiene veintitrés diputados), o cualquier otra “ocurrencia”.

Lo que se hizo más evidente que nunca es la ausencia de liderazgo de quien la debería ejercer: el presidente de la República. Escondido en su casa, ocupado en salir “ileso” legalmente o planificando su partida hacia otro país para evadir la justicia, salió dando un mensaje que, si bien nos dio un minuto de esperanza, se desvaneció con el paso de las siguientes horas. 

¿Por qué somos tan importantes para Estados Unidos, como para haber enviado a un “alto funcionario” de su gobierno a ver cómo aseguraba la ascensión al trono del “electo”? Las razones obvias son la migración irregular hacia el norte y el tráfico de drogas, altamente deseadas y consumidas por allá. Seguramente hay otras razones detrás de todo esto, pero no me atrevo a adivinarlas.

Como complemento de este relajo, el “electo” ya mencionó traer de regreso a los prófugos de la justicia que están siendo albergados en Estados Unidos. ¿Ese es el gabinete que quiere formar? Si fueran personas correctas e inocentes, se hubieran quedado en Guatemala a enfrentar la justicia. 

¿Dónde quedamos los guatemaltecos de bien, que buscamos vivir en paz, trabajar para ganar el sustento diario y tener una vida digna? Estamos atrapados en los bloqueos, físicos, legales, ideológicos y de cualquier otraíndole. Regresamos a la época de “la ley del monte”, donde el más fuerte, sea física, intelectual o de poder, es quien pone las reglas. Bienvenidos a la jungla.

 

 

El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

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¿Por qué somos tan importantes para Estados Unidos, como para haber enviado a un “alto funcionario” de su gobierno a ver cómo aseguraba la ascensión al trono del “electo”? 

Carolina Castellanos |
27 de octubre, 2023
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¿Qué sucedería si algún ministro de Estado de Guatemala fuera a Estados Unidos a exigir y reclamar la aprobación de alguna ley, el cese de amenazas de sanciones por no cumplir las imposiciones o por haber nombrado a un funcionario en el Departamento de Estado que no nos gusta? De inmediato le quitarían la visa. Segundo, nadie lo recibiría en su oficina. Tercero, sería el hazmerreír del gobierno estadounidense. Regresaría con la vergüenza entre la mochila, con desplante diplomático incluido.

Esta semana tuvimos la visita de un alto funcionario del gobierno de Estados Unidos. Vino a dar “instrucciones en inglés”, como bien lo describió un diputado hace algunos años. En esta ocasión, lo hizo a los cuatro vientos. La discreción y el respeto a la soberanía, se perdieron por completo. 

Me parece que el “electo”, entre comillas pues la sombra de fraude es gigante, requirió de ese apoyo precisamente para convencernos que fue legítimamente electo. Siendo de la misma corriente ideológica que el actual gobierno de Estados Unidos, encontró un buen alero en su batalla por el convencimiento a la ciudadanía guatemalteca.

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No siendo suficiente, el “electo” consiguió un montón de dinero para sufragar los gigantescos gastos que representó tener al país casi paralizado por la imposibilidad de movilizarse de un lugar a otro. Las pérdidas suman miles de millones de quetzales. Todos perdimos, de una forma u otra. Los productos se encarecieron significativamente, empobreciendo más a la población. No quiero pensar que, una vez en el cargo, vaya a organizar bloqueos para presionar la aprobación de alguna ley en el congreso (solo tiene veintitrés diputados), o cualquier otra “ocurrencia”.

Lo que se hizo más evidente que nunca es la ausencia de liderazgo de quien la debería ejercer: el presidente de la República. Escondido en su casa, ocupado en salir “ileso” legalmente o planificando su partida hacia otro país para evadir la justicia, salió dando un mensaje que, si bien nos dio un minuto de esperanza, se desvaneció con el paso de las siguientes horas. 

¿Por qué somos tan importantes para Estados Unidos, como para haber enviado a un “alto funcionario” de su gobierno a ver cómo aseguraba la ascensión al trono del “electo”? Las razones obvias son la migración irregular hacia el norte y el tráfico de drogas, altamente deseadas y consumidas por allá. Seguramente hay otras razones detrás de todo esto, pero no me atrevo a adivinarlas.

Como complemento de este relajo, el “electo” ya mencionó traer de regreso a los prófugos de la justicia que están siendo albergados en Estados Unidos. ¿Ese es el gabinete que quiere formar? Si fueran personas correctas e inocentes, se hubieran quedado en Guatemala a enfrentar la justicia. 

¿Dónde quedamos los guatemaltecos de bien, que buscamos vivir en paz, trabajar para ganar el sustento diario y tener una vida digna? Estamos atrapados en los bloqueos, físicos, legales, ideológicos y de cualquier otraíndole. Regresamos a la época de “la ley del monte”, donde el más fuerte, sea física, intelectual o de poder, es quien pone las reglas. Bienvenidos a la jungla.

 

 

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