Si aumentar el salario mínimo por ley funcionara para acabar con la pobreza, la preguntaría sería por qué no hacerlo. Inclusive por qué no ir más allá e incrementar los salarios por ley por encima de los Q10 mil mensuales para que el guatemalteco promedio pueda tener no solo recursos para su día a día sino también para gastos superfluos.

Una medida de este tipo no solo sacaría al país de las listas de pobreza, sino que también sería un impulso para la economía local. Sin embargo, y a pesar de que aún en 2023 existen grupos que creen que se puede decretar la creación de riqueza y una clase media, los salarios y trabajos bien remunerados están asociados a la productividad del individuo.

El tema en cuestión se aborda por el incremento al salario mínimo que se dio a finales del 2022 y que marca dos hitos en el tema. El primero es que es el incremento salarial por decreto más elevado que se ha dado en los últimos 10 años.

El segundo hito es que por primera vez dicho incremento salarial se realiza con base en dos regiones o circunscripciones diferentes. Mientras que el aumento de la región referente al departamento de Guatemala (CE1) tuvo un aumento del 7%, el resto de los departamentos o CE2 tuvieron un aumento del 4%.

La medida busca que los salarios se apeguen al contexto económico local (aquí pueden leer más sobre la decisión de la Comisión Paritaria del Salario Mínimo) y mitigar el incremento del costo de vida que se ha dado por efectos de la inflación.

Sin importar de si consideran que el tener circunscripciones diferentes es bueno o malo, o que el incremento salarial es insuficiente para el trabajador, la realidad es que no se aborda la raíz del problema; sin aumento de productividad no aumentarán los salarios reales.

La correlación es simple, si no aumenta la productividad no hay mayor rentabilidad en la empresa y no es posible realizar incrementos salariales, aunque estos sean decretados. ¿Cómo podría aumentar salarios una empresa que apenas logra mantenerse a flote? Para el caso de Guatemala desde 1980 la productividad anual por trabajador ha incrementado de US$ 20 mil a US$ 21,956.64 en el 2021. En contraste para ese mismo año la productividad por trabajador en Costa Rica se situó en US$ 51,224.27 anuales. El temo lo pueden ver con mayor profundidad en el en siguiente artículo.

Y contrario a lo que muchas veces se escucha, mayor productividad no es exprimir más al trabajador. Para entender esto nos enfocaremos en las industrias del régimen de exportación. Esto porque podemos coincidir que son trabajos extenuantes.

Sin embargo, también podemos coincidir que es más extenuante un trabajo tipo maquila de confección que implica trabajo manual que uno de servicios. Se hace esta distinción porque la industria de Call Centers y de externalización de procesos de negocio, o BPO por sus siglas en inglés, también pertenece al renglón de exportación o mejor conocido como Régimen de Maquila y Zonas Francas y en la actualidad posee el promedio salarial más alto para los trabajadores semicualificados.

Inclusive dentro de la misma industria el ser bilingüe hace la diferencia entre ganar el salario mínimo en una plaza de servicio al cliente en español y poder duplicar los ingresos mensuales por la misma posición, pero en inglés.

El portal de trabajo Glassdoor en su encuesta salarial identifica que el sueldo base promedio para un agente de Call Center es entre Q5 mil y Q7 mil. Si agregamos conocimientos en bases de datos o programación, sin llegar aún a un grado universitario, el promedio supera los Q8 mil. Esto porque la productividad esta asociada a la competitividad y esta a su vez se traduce en la capacidad de hacer mejor las cosas que otros con los mismos recursos.

Por ello si queremos aumentar los salarios reales de forma significativa, más allá de decretarlo, se debe de buscar desarrollar esas habilidades que son cada vez mas demandadas. La globalización y las TIC´s han abierto un universo nuevo de posibilidades para que inclusive en el interior del país se puedan acceder a estas plazas laborales.

Mientras que en 2019 solo se podía acceder a este tipo de plazas de forma presencial en las empresas con inversiones físicas en el país, y considerando que la mayoría de estas empresas se ubican en la capital, el factor geográfico creaba una gran limitante. Sin embargo, ya en el 2023 el trabajo remoto y las posiciones WFH (trabaja desde casa) permanentes se han vuelto más comunes y han reducido esta limitante.

Esto abre la posibilidad a que desde cualquier parte del territorio el guatemalteco que busca un mejor trabajo pueda acceder a él sin importar su ubicación. No obstante, ahora lo que haría falta es este pueda desarrollar las herramientas necesarias para competir en esta industria.

Fotografía: Photo by Tim Mossholder on Unsplash