El pasado 7 de octubre, militantes del grupo terrorista Hamas irrumpieron en Israel desde la Franja de Gaza. La fuerza y sofisticación del ataque tomaron a las fuerzas israelíes por sorpresa. Antes de que estas pudieran responder, los terroristas asesinaron a cientos de residentes de la zona fronteriza. Otros más fueron conducidos a Gaza en calidad de rehenes. 

• En respuesta al ataque sin precedentes, Israel ha lanzado la Operación Espadas de Acero. Han conseguido eliminar a los terroristas aún presentes en su territorio y han comenzado los bombardeos estratégicos en Gaza.  
   
• Una de las políticas de las fuerzas israelíes es la Doctrina de Aníbal, bajo la cual se prefiere la muerte de sus soldados a su captura. No se sabe si esta política se aplicará a los rehenes israelíes, cuya muerte muchos dan por sentado. 
   
• En meses recientes, Israel ha estado dividido por las reformas legales propuestas por el primer ministro Benjamín Netanyahu. Este acalorado debate ha sido suspendido por el momento y se prevé una coalición de unidad nacional.  

Perspectivas. Casi todas las cancillerías del mundo han criticado el conflicto. EE. UU. y la mayoría de países europeos se han decantado uniformemente por Israel. Los países latinoamericanos también han respondido, casi todos posicionándose del lado de Israel.  

• La respuesta más sorpresiva ha sido la de Colombia. El presidente Gustavo Petro se muestra favorable a los palestinos, criticando la “ocupación ilegal de su territorio”. Colombia ha tenido que suavizar su posición, emitiendo un nuevo comunicado en el que aboga por el diálogo.  
   
• Chile, con la diáspora palestina más grande fuera del mundo árabe, exhibe una política curiosamente equilibrada. Clama por la paz y critica el actuar de ambos bandos. 
   
• Al contrario de lo que podría pensarse, los Gobiernos izquierdistas en Brasil y Venezuela no se han mostrado excesivamente propalestinos. Brasilia ha mantenido silencio absoluto, mientras que Venezuela, se ha limitado a expresar su “preocupación” por los hechos. 

La región. Centroamérica también ha reaccionado. Guatemala, indudablemente a causa de sus fortísimas relaciones con Israel, no ha dudado en usar el calificativo de “terroristas” para los militantes de Hamas. Expresó su solidaridad con el “país amigo” y transmitió su pésame a las familias de los israelíes asesinados. 

• Honduras y República Dominicana no fueron tan tajantes como Guatemala, pero sí manifestaron su solidaridad con Israel. El presidente salvadoreño Nayib Bukele —de origen palestino— tildó a Hamas de organización criminal, diciendo que su desparición sería lo mejor que le pudiera pasar al pueblo palestino.  
   
• Nicaragua ha decidido mantener una postura netamente propalestina, cosa que resulta poco sorprendente en vista de la línea ideológica del régimen de Ortega. Sin embargo, condenó la “barbarie” entre “dos pueblos hermanos”. 
   
• La reacción costarricense es la más parecida a la guatemalteca, posicionándose completamente del lado de Israel y en contra del terrorismo. Panamá inicialmente emitió un comunicado proisraelí, pero parece haber sido borrado. 

El balance. Al margen del escándalo causado por Petro, las naciones latinoamericanas han reaccionado de la forma que se esperaría. Los países donde gobierna la izquierda se muestran más propalestinos, mientras que los países donde gobierna la derecha se decantan por Israel. 

• Se ha de resaltar la postura chilena, que es cuando menos admirable. A pesar de ser gobernado por la izquierda y de poseer una importante población palestina, ha reinado la sensatez. 
   
• Resulta un tanto extraño el silencio de parte de Caracas, que en tiempos recientes se ha acercado diplomáticamente a Arabia Saudí y a la OPEP. Debe recordarse que, antes del conflicto, Riad buscaba concretar un acuerdo con Israel.