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Bukele busca crear una dictadura de partido único

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
29 de enero, 2024

Con la complicidad del electorado, Bukele apunta a una inevitable –e inconstitucional– reelección y potencial extinción de la oposición actual.  

Panorama general. El Salvador celebrará elecciones presidenciales y legislativas el próximo domingo 4 de febrero, dónde, por primera vez en la historia democrática del país, el actual presidente aparecerá como principal candidato presidencial en la papeleta. Su reelección parece ser inevitable.  

  • Además, se proyecta una victoria importante para el oficialismo en la Asamblea Legislativa (AL), que se juntará con la elección presidencial también por primera vez.  
     

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  • Bukele busca explotar el ímpetu del votante fiel a su figura para trasladarlo a sus diputados —menos populares— al celebrar ambas elecciones el mismo día.  

En perspectiva. Bukele está a punto de culminar un golpe mortal a la oposición, a la que mantiene a raya desde hace años. El régimen ha privado a los partidos políticos del financiamiento de la deuda política que les debe el Estado, desde las elecciones presidenciales de 2019 y las municipales y legislativas de 2021. Asciende a US$ 34 millones 733 mil 871 lo que el gobierno debía pagar a los partidos para la campaña y que se ha negado a hacer.  

  • El diputado César Reyes, del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha) ha denunciado que, además, el gobierno ha amenazado a los financistas privados para evitar donaciones de campaña. 
     

  • El golpe mortal se dio en 2023, cuando el oficialismo reformó el sistema electoral, rediseñando los distritos, disminuyendo el número de diputados y modificando la fórmula electoral para eliminar los residuos en la AL.  
     

  • Esta reforma beneficia a partidos mayoritarios, pero elimina casi toda la posibilidad de los partidos pequeños de tener representación en el congreso.  

Entre líneas. Bukele no solo logrará reconfirmar su mayoría calificada en el legislativo, sino que logrará la desaparición de casi todos los partidos de oposición. La ley electoral salvadoreña establece que, para evitar la cancelación, un partido debe obtener al menos 50 mil votos o un escaño. Las últimas encuestas proyectan que solamente ARENA, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC, centroizquierda) lo lograrían.  

  • Incluso aliados del oficialismo como el Partido de Concertación Nacional (PCN, derecha) y la Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA, atrapalotodo) —partido que llevó a Bukele al poder— podrían desaparecer.  

  • Otros partidos minoritarios como Vamos y Nuestro Tiempo (centro-progresistas) también podrían ser cancelados, a pesar de tener algunos de los candidatos más populares a nivel nacional como Claudia Ortiz (Vamos) y Héctor Silva (Nuestro Tiempo). 
     

  • De acuerdo con el consorcio electoral Observa El Salvador, sin las modificaciones al sistema electoral, todos los partidos opositores habrían logrado representación legislativa. Con la reforma, se espera que solo ARENA y PDC lo logren.  

Sí, pero. La oposición fue incapaz de sobrevivir la ofensiva del régimen en su contra, a pesar de la molestia ciudadana con la corrupción, la situación económica del país y los abusos contra derechos humanos derivados del régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022. El trabajo de Bukele en su guerra contra las pandillas ha superado cualquier fuente de disconformidad con el régimen. 

  • Una iniciativa ciudadana (Sumar) buscó presentar a los partidos de oposición como un frente unido a través de una coalición, pero las diferencias históricas entre ARENA y FMLN, además de las ideológicas con partidos como Vamos hicieron fracasar la iniciativa.  

En perspectiva. Las últimas encuestas muestran una intención de voto de hasta un 70% por Bukele y proyectan que, debido al rediseño de distritos y cambio de fórmula, el oficialista Nuevas Ideas, podría obtener hasta 57 de los 60 escaños en la AL. Se estima que ARENA podría obtener entre uno y dos diputados, con Francisco Lira como el diputado más votado, y el PDC solamente uno.  

  • A pesar de que la oposición no tendría poder real, Lira ha expresado que “lo que importa es que exista una voz que pueda defender los derechos del pueblo”.  
     

  • La oposición mantiene esperanzas en que las encuestas fallen, por el miedo que tienen los salvadoreños a expresar sus verdaderas preferencias debido al régimen de excepción; un 21% del padrón expresa querer abstenerse de votar.  
     

  • Bukele busca perpetuar una dictadura de partido único, sin representación alguna para las minorías, en una reelección prohibida por la constitución, pero apoyada por todos los poderes del Estado que tiene cooptados. 

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Bukele busca crear una dictadura de partido único

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
29 de enero, 2024

Con la complicidad del electorado, Bukele apunta a una inevitable –e inconstitucional– reelección y potencial extinción de la oposición actual.  

Panorama general. El Salvador celebrará elecciones presidenciales y legislativas el próximo domingo 4 de febrero, dónde, por primera vez en la historia democrática del país, el actual presidente aparecerá como principal candidato presidencial en la papeleta. Su reelección parece ser inevitable.  

  • Además, se proyecta una victoria importante para el oficialismo en la Asamblea Legislativa (AL), que se juntará con la elección presidencial también por primera vez.  
     

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  • Bukele busca explotar el ímpetu del votante fiel a su figura para trasladarlo a sus diputados —menos populares— al celebrar ambas elecciones el mismo día.  

En perspectiva. Bukele está a punto de culminar un golpe mortal a la oposición, a la que mantiene a raya desde hace años. El régimen ha privado a los partidos políticos del financiamiento de la deuda política que les debe el Estado, desde las elecciones presidenciales de 2019 y las municipales y legislativas de 2021. Asciende a US$ 34 millones 733 mil 871 lo que el gobierno debía pagar a los partidos para la campaña y que se ha negado a hacer.  

  • El diputado César Reyes, del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha) ha denunciado que, además, el gobierno ha amenazado a los financistas privados para evitar donaciones de campaña. 
     

  • El golpe mortal se dio en 2023, cuando el oficialismo reformó el sistema electoral, rediseñando los distritos, disminuyendo el número de diputados y modificando la fórmula electoral para eliminar los residuos en la AL.  
     

  • Esta reforma beneficia a partidos mayoritarios, pero elimina casi toda la posibilidad de los partidos pequeños de tener representación en el congreso.  

Entre líneas. Bukele no solo logrará reconfirmar su mayoría calificada en el legislativo, sino que logrará la desaparición de casi todos los partidos de oposición. La ley electoral salvadoreña establece que, para evitar la cancelación, un partido debe obtener al menos 50 mil votos o un escaño. Las últimas encuestas proyectan que solamente ARENA, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC, centroizquierda) lo lograrían.  

  • Incluso aliados del oficialismo como el Partido de Concertación Nacional (PCN, derecha) y la Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA, atrapalotodo) —partido que llevó a Bukele al poder— podrían desaparecer.  

  • Otros partidos minoritarios como Vamos y Nuestro Tiempo (centro-progresistas) también podrían ser cancelados, a pesar de tener algunos de los candidatos más populares a nivel nacional como Claudia Ortiz (Vamos) y Héctor Silva (Nuestro Tiempo). 
     

  • De acuerdo con el consorcio electoral Observa El Salvador, sin las modificaciones al sistema electoral, todos los partidos opositores habrían logrado representación legislativa. Con la reforma, se espera que solo ARENA y PDC lo logren.  

Sí, pero. La oposición fue incapaz de sobrevivir la ofensiva del régimen en su contra, a pesar de la molestia ciudadana con la corrupción, la situación económica del país y los abusos contra derechos humanos derivados del régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022. El trabajo de Bukele en su guerra contra las pandillas ha superado cualquier fuente de disconformidad con el régimen. 

  • Una iniciativa ciudadana (Sumar) buscó presentar a los partidos de oposición como un frente unido a través de una coalición, pero las diferencias históricas entre ARENA y FMLN, además de las ideológicas con partidos como Vamos hicieron fracasar la iniciativa.  

En perspectiva. Las últimas encuestas muestran una intención de voto de hasta un 70% por Bukele y proyectan que, debido al rediseño de distritos y cambio de fórmula, el oficialista Nuevas Ideas, podría obtener hasta 57 de los 60 escaños en la AL. Se estima que ARENA podría obtener entre uno y dos diputados, con Francisco Lira como el diputado más votado, y el PDC solamente uno.  

  • A pesar de que la oposición no tendría poder real, Lira ha expresado que “lo que importa es que exista una voz que pueda defender los derechos del pueblo”.  
     

  • La oposición mantiene esperanzas en que las encuestas fallen, por el miedo que tienen los salvadoreños a expresar sus verdaderas preferencias debido al régimen de excepción; un 21% del padrón expresa querer abstenerse de votar.  
     

  • Bukele busca perpetuar una dictadura de partido único, sin representación alguna para las minorías, en una reelección prohibida por la constitución, pero apoyada por todos los poderes del Estado que tiene cooptados.