El pasado 9 de enero, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa decretó el estado de excepción y declaró que el país está en un conflicto armado interno contra el narcotráfico. La declaración vino después de que criminales causaron estragos, incinerando vehículos, atacando universidades y amotinándose en cárceles. 

• Recurriendo a las redes sociales, los amotinados han difundido videos en los que ejecutan a policías. El Estado ha respondido con una ofensiva que hasta la fecha ha resultado en la detención de 392 personas. Otras cinco han sido abatidas. 
   

• Las bandas criminales han pasado a ser consideradas grupos terroristas. El país, sobre todo la ciudad portuaria de Guayaquil se encuentra militarizado; los soldados reconocen que revisan los tatuajes de los sospechosos.  

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• La Asamblea Nacional, unificada, apoya Noboa. Los asambleístas también ofrecieron indultos y amnistías a los militares en caso de ser necesarios, de manera que el ejército tendrá carta blanca para actuar en contra del narcotráfico. 

Hemeroteca. Ecuador, antes considerado un remanso de paz dentro Latinoamérica, lleva varios años sumido en la inestabilidad. El ataque del 9 de enero se dio en respuesta a la decisión de Noboa de declarar un régimen de excepción, luego de que el capo José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, se fugara.  

• Fito es el líder de la banda “Los Choneros”, ligada al sicariato, extorsión y narcotráfico; su banda está en alianza con el Cártel de Sinaloa. Villamar es considerado uno de los criminales más peligrosos del país.  
   

• El pasado domingo, los guardias de la cárcel Regional de Guayaquil avisaron que Fito, de 44 años, no estaba en su celda, donde guardaba prisión desde 2011, cuando fue sentenciado a 34 años de prisión. 

Entre líneas. Ecuador está situado entre Perú y Colombia, los dos mayores productores de cocaína del mundo. En los últimos dos años, Perú ha duplicado y Colombia ha incrementado en un 25% su producción; la producción global de cocaína se ha más que duplicado desde 2014, convirtiendo a Ecuador en un centro logístico. 

• El fortalecimiento de la narcoactividad ha tenido una correlación directa con el incremento de la violencia en el país. En 2023 se duplicaron los homicidios en Ecuador, con respecto al 2022; los homicidios han aumentado casi 500% desde 2016.  
   

• La tendencia es particularmente acusada en Guayaquil, desde cuyo puerto se contrabandea hasta el 65% de las exportaciones de drogas. Guayaquil, la capital económica del país, es un punto estratégico que los cárteles necesitan controlar. 
   

• En los últimos dos años, hasta 400 reclusos han muerto en motines carcelarios. Los reos se han hecho con el sistema penitenciario a través de sobornos y amenazas a los miembros de los cuerpos de seguridad. 

El balance. Latinoamérica llevaba décadas sin padecer un ataque tan descarado a las instituciones del Estado, pero Ecuador cada vez se acostumbra más a estos hitos; en efecto, el año pasado vivió el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.  

• Noboa fue elegido para completar el mandato de Guillermo Lasso. Carece de una mayoría legislativa y, ante la difícil situación económica de Ecuador, no tiene la reelección asegurada. Además, al depender de los votos del correísmo, ha levantado sospechas dentro de su bando natural, la derecha. 
   

• La situación ha sido comparada con el fin de semana negro de El Salvador, que provocó el régimen de excepción que vive ese país desde marzo de 2022. En Ecuador, donde el Estado ha vacilado a la hora de actuar en contra del narcotráfico, el tablero político ha sufrido un profundo cambio.
   

• Aunque resulte inoportuno decirlo, los hechos de esta semana mejoran la posición política de Noboa. Cuenta con el respaldo de todas las fuerzas políticas, incluido el correísmo, y previsiblemente recibirá asistencia de parte de Washington.