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La silenciosa crisis migratoria de Nicaragua

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
27 de noviembre, 2023

La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua ha provocado un grave problema migratorio, con una tendencia creciente año tras año. 

 
 

Panorama general. A pesar del elogiado trabajo en sus primeros años, la consolidación del poder absoluto en la figura presidencial, el cierre de todos los espacios para la oposición y la nepocracia Ortega-Murillo han generado un éxodo de nicaragüenses que seguirá empeorando.  

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  • La migración nicaragüense es un fenómeno relativamente nuevo, lo que descoloca las proyecciones de los países que reciben a los migrantes y les complica la gestión de refugio para los que huyen de Nicaragua.  
     
     

  • Tanto EE. UU. como Costa Rica han visto un incremento de encuentros con migrantes nicaragüenses desde 2017 hasta la fecha, generando malestar político, e incluso, manifestaciones dentro de sus fronteras.  
     
     

  • El desborde migratorio incrementó en la medida que la represión de Ortega recrudeció luego de su ilegítima reelección en el año 2021.  

 
 

Los datos. De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para 2020, unas 100 mil personas habían huido ya de Nicaragua. Este número llegó a superar las 300 mil personas en el año 2022 y el número sigue creciendo hasta la fecha. El primer gran salto en la tendencia se dio entre 2017 y 2018, cuando Ortega recortó en un 5% las pensiones y aumentó impuestos para empleados y empleadores.  

 
 

  • Las protestas a las políticas del régimen y la posterior represión en respuesta a los manifestantes disparó las solicitudes de refugio, de 67 en 2017 a 23 mil en 2018, siendo el destino principal, su vecino: Costa Rica. 
     
     

  • Por cuestiones geográficas, políticas y económicas, Costa Rica ha sido el destino natural para los migrantes nicaragüenses, recibiendo hasta 182 mil 450 solicitudes de refugio; 11 mil de ellos consiguieron ese estatus en 2022. 

 
 

Entre líneas. La crisis que vive Nicaragua desde 2018, y la respuesta totalitaria de Ortega, han sido la principal causa de este éxodo. Históricamente, el migrante nicaragüense en Costa Rica ha tenido el perfil de trabajador con poco nivel de educación y baja remuneración. No obstante, debido a la crisis política en su país, muchos de los nuevos migrantes son profesionales calificados, activistas de oposición e incluso, periodistas mejor remunerados.  

 
 

  • El sistema costarricense se ha visto abrumado por el alto flujo migratorio proveniente de Venezuela y Nicaragua por lo que, en 2022, el presidente Chaves impuso nuevas restricciones para quienes solicitan refugio en su país. 
     
     

  • Como resultado, muchos nicaragüenses han tenido que emigrar hacia EE. UU. en cifras nunca vistas. En el año fiscal 2022 se registraron 165 mil encuentros con migrantes nicaragüenses en la frontera sur de EE. UU. –52 veces más que en el año fiscal 2020–. 
     
     

  • Esa cifra aumentó en 35 mil 500 en el mes de diciembre, hasta que el presidente Biden impuso restricciones para el ingreso de nicaragüenses, a no ser que cuenten con un “patrocinador” estadounidense que avale su ingreso a EE. UU. en términos de libertad condicional, una especie de TPS. 

 
 

En el radar. Nicaragua sufre un éxodo poco mencionado, puesto que sigue siendo el cuarto país de Centroamérica en términos migratorios, por detrás de El Salvador, Honduras y Guatemala. No obstante, la tendencia ascendente, tanto del flujo migratorio como de la autocratización de Ortega prevén un problema mayor, tanto para EE. UU. como para el resto de los países de Centroamérica. 

 
 

  • EE. UU. enfrenta una crisis migratoria sin precedentes y, con la posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia, —incluso con otra administración demócrata—, se prevé que la política migratoria tienda a volverse cada vez más rígida. 
     
     

  • Al ver las puertas cerradas en Costa Rica y EE. UU., muchos exiliados de Nicaragua han empezado a buscar nuevos destinos en el resto de la región, una situación que pocos países centroamericanos están preparados para afrontar.  
     
     

  • Por otro lado, la misma tendencia puede esperarse para otros países en vías de autocratización, como el caso de El Salvador con Nayib Bukele, que sigue la misma tendencia política de Daniel Ortega en Nicaragua.

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La silenciosa crisis migratoria de Nicaragua

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
27 de noviembre, 2023

La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua ha provocado un grave problema migratorio, con una tendencia creciente año tras año. 

 
 

Panorama general. A pesar del elogiado trabajo en sus primeros años, la consolidación del poder absoluto en la figura presidencial, el cierre de todos los espacios para la oposición y la nepocracia Ortega-Murillo han generado un éxodo de nicaragüenses que seguirá empeorando.  

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  • La migración nicaragüense es un fenómeno relativamente nuevo, lo que descoloca las proyecciones de los países que reciben a los migrantes y les complica la gestión de refugio para los que huyen de Nicaragua.  
     
     

  • Tanto EE. UU. como Costa Rica han visto un incremento de encuentros con migrantes nicaragüenses desde 2017 hasta la fecha, generando malestar político, e incluso, manifestaciones dentro de sus fronteras.  
     
     

  • El desborde migratorio incrementó en la medida que la represión de Ortega recrudeció luego de su ilegítima reelección en el año 2021.  

 
 

Los datos. De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para 2020, unas 100 mil personas habían huido ya de Nicaragua. Este número llegó a superar las 300 mil personas en el año 2022 y el número sigue creciendo hasta la fecha. El primer gran salto en la tendencia se dio entre 2017 y 2018, cuando Ortega recortó en un 5% las pensiones y aumentó impuestos para empleados y empleadores.  

 
 

  • Las protestas a las políticas del régimen y la posterior represión en respuesta a los manifestantes disparó las solicitudes de refugio, de 67 en 2017 a 23 mil en 2018, siendo el destino principal, su vecino: Costa Rica. 
     
     

  • Por cuestiones geográficas, políticas y económicas, Costa Rica ha sido el destino natural para los migrantes nicaragüenses, recibiendo hasta 182 mil 450 solicitudes de refugio; 11 mil de ellos consiguieron ese estatus en 2022. 

 
 

Entre líneas. La crisis que vive Nicaragua desde 2018, y la respuesta totalitaria de Ortega, han sido la principal causa de este éxodo. Históricamente, el migrante nicaragüense en Costa Rica ha tenido el perfil de trabajador con poco nivel de educación y baja remuneración. No obstante, debido a la crisis política en su país, muchos de los nuevos migrantes son profesionales calificados, activistas de oposición e incluso, periodistas mejor remunerados.  

 
 

  • El sistema costarricense se ha visto abrumado por el alto flujo migratorio proveniente de Venezuela y Nicaragua por lo que, en 2022, el presidente Chaves impuso nuevas restricciones para quienes solicitan refugio en su país. 
     
     

  • Como resultado, muchos nicaragüenses han tenido que emigrar hacia EE. UU. en cifras nunca vistas. En el año fiscal 2022 se registraron 165 mil encuentros con migrantes nicaragüenses en la frontera sur de EE. UU. –52 veces más que en el año fiscal 2020–. 
     
     

  • Esa cifra aumentó en 35 mil 500 en el mes de diciembre, hasta que el presidente Biden impuso restricciones para el ingreso de nicaragüenses, a no ser que cuenten con un “patrocinador” estadounidense que avale su ingreso a EE. UU. en términos de libertad condicional, una especie de TPS. 

 
 

En el radar. Nicaragua sufre un éxodo poco mencionado, puesto que sigue siendo el cuarto país de Centroamérica en términos migratorios, por detrás de El Salvador, Honduras y Guatemala. No obstante, la tendencia ascendente, tanto del flujo migratorio como de la autocratización de Ortega prevén un problema mayor, tanto para EE. UU. como para el resto de los países de Centroamérica. 

 
 

  • EE. UU. enfrenta una crisis migratoria sin precedentes y, con la posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia, —incluso con otra administración demócrata—, se prevé que la política migratoria tienda a volverse cada vez más rígida. 
     
     

  • Al ver las puertas cerradas en Costa Rica y EE. UU., muchos exiliados de Nicaragua han empezado a buscar nuevos destinos en el resto de la región, una situación que pocos países centroamericanos están preparados para afrontar.  
     
     

  • Por otro lado, la misma tendencia puede esperarse para otros países en vías de autocratización, como el caso de El Salvador con Nayib Bukele, que sigue la misma tendencia política de Daniel Ortega en Nicaragua.