Escarabajos, orugas, hormigas y grillos son, no solo comestibles, sino una fuente de alimento sostenible. Estos insectos podrían abrir paso a la fabricación de nuevas harinas.
Los insectos tienen importantes valores nutricionales. Ahora, investigadores han descubierto que pueden ser también útiles para la industria alimentaria.
Así lo demostraron científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Los expertos publicaron sus resultados en la revista Food and Function.
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Un impacto positivo en la harinas
Los investigadores comprobaron el impacto positivo que esas harinas pueden ejercer sobre las propiedades funcionales de los alimentos.
Además, llegaron a estas conclusiones tras evaluar, por un lado, la composición nutricional y las propiedades técnicas. También, se analizaron las propiedades funcionales y fisiológicas in vitro de harinas elaboradas con seis especies de insectos.
Las harinas elaboradas con escarabajos, orugas, hormigas, langostas y grillos exhibieron un alto contenido de proteínas y grasas.
Insectos podrían servir de alimentación humana
Los insectos para la alimentación humana se han convertido en un campo de investigación en constante crecimiento. Esto se debe a las ventajas que ofrecen como fuente sostenible de proteínas y grasas señaló la Universidad.
“Las propiedades tecno-funcionales mostraron alta capacidad de retención de aceite, hinchamiento y emulsión. Mientras que su densidad aparente, propiedades de hidratación y capacidad de formación de espuma mostraron valores promedio y ninguna capacidad de gelificación”.
Explicó la directora del trabajo, Yolanda Aguilera, en una nota difundida por la Universidad.
Además, estas harinas comestibles de insectos exhibieron propiedades efectivas de hiperglucemia e hiperlipidemia, que junto con su alta capacidad antioxidante se asocian con efectos fisiológicos beneficiosos in vitro.
“Las harinas de escarabajo y oruga destacan en estas propiedades, por lo que fueron seleccionadas para hacer una magdalena; y la evaluación sensorial confirmó que el polvo de escarabajo comestible se puede incluir con éxito en productos horneados para proporcionar excelentes propiedades sensoriales y una aceptación muy alta”.
Agregó Aguilera.
A eso anterior se unen las propiedades tecno-funcionales de estas harinas, que además ofrecen un potencial papel en la prevención de enfermedades asociadas a la hiperglucemia y la hiperlipidemia.
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Escarabajos, orugas, hormigas y grillos son, no solo comestibles, sino una fuente de alimento sostenible. Estos insectos podrían abrir paso a la fabricación de nuevas harinas.
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Un impacto positivo en la harinas
Los investigadores comprobaron el impacto positivo que esas harinas pueden ejercer sobre las propiedades funcionales de los alimentos.
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Insectos podrían servir de alimentación humana
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“Las propiedades tecno-funcionales mostraron alta capacidad de retención de aceite, hinchamiento y emulsión. Mientras que su densidad aparente, propiedades de hidratación y capacidad de formación de espuma mostraron valores promedio y ninguna capacidad de gelificación”.
Explicó la directora del trabajo, Yolanda Aguilera, en una nota difundida por la Universidad.
Además, estas harinas comestibles de insectos exhibieron propiedades efectivas de hiperglucemia e hiperlipidemia, que junto con su alta capacidad antioxidante se asocian con efectos fisiológicos beneficiosos in vitro.
“Las harinas de escarabajo y oruga destacan en estas propiedades, por lo que fueron seleccionadas para hacer una magdalena; y la evaluación sensorial confirmó que el polvo de escarabajo comestible se puede incluir con éxito en productos horneados para proporcionar excelentes propiedades sensoriales y una aceptación muy alta”.
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