Dicen que la distancia es el olvido, comienza la canción de Cantoral, pero pues no es así.  Yo extraño la tierrita como me imagino que lo hacen todos los que se van de su país.

Esta semana le vamos a dar el premio al Tuit más pusilánime de la Semana a uno del exfiscal Juan Francisco Sandoval, a quien llamaban el fiscal de hierro, pero habrá sido hierro colado, porque se fue más corriendo que andando en momento que ya no tuvo guachimanes.  Esta semana el exfiscal se unió (pero desde una sana y buena distancia) a un movimiento que encabezará un cura, pero no cualquier cura sino todo un príncipe de la iglesia, Álvaro Cardenal Ramazzini.  Cuando pregunté acá por él, me contaron que siempre ha sido muy del lado izquierdo; del lado izquierdo del país, por lo menos, porque ha sido obispo de San Macos y ahora de Huehuetenango.  Eso de que los curas (y este que es un príncipe) se metan a asuntos de política me acuerda aquello que dijo Jesús: “Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

Pero no se trata del prelado Álvaro Cardenal Ramazzini, sino del exfiscal Sandoval que tuiteó esto:

Sandoval era valiente con guachimanes, pero cuando pudo mostrar de lo que estaba hecho, salió corriendo.  Ahora que lo pienso, sí mostró de lo que estaba hecho.  Ahora desde otro país, es valiente otra vez y se suma a un movimiento de resistencia que saber qué coños significará.  

Que los curas se metan asuntos de la política en nuestros países no es algo nuevo, pero nunca ha sido algo bueno.  ¿Qué pasó con aquello de separación entre estado e iglesia?  ¡No se oye, padre! 

Sandoval persiguió a poderosos políticos y también a importantes empresarios, por lo que se pensaría que el man los tendría de acero, pero no.  Ni de hierro colado, y por sangre, agua dulce.  Es que es muy fácil tirar vaina desde otro lado y no defender en persona lo que se hizo.  Que podría chupar cana un tiempo no lo dudo, pero no se es valiente solo en el poder, sino en la llanura.  Yo pienso en muchos de los líderes estudiantiles de nuestros países que se rifaron el físico en protestas para cambiar lo que no querían.

Si no da risa, da un poco de pena ver al exfiscal Sandoval mostrar apoyo mientras él vive bajo la tranquilidad de la distancia, que no es olvido, pero sí falta de hombría o compromiso.  Tal vez está esperando que le pase lo mismo que a los comandantes de las FARC en Colombia que del monte y clandestinidad, pasaron al Senado.  Acá se esperaría que se fuera al Congreso, pero tendría que ser electo y eso no se ve claro.

Me dijeron que acá tienen un dicho: “Quién dijo miedo atrás de un palo”.  Atrás de un palo en Washington, es muy valiente el exfiscal Sandoval.