La administración de Biden planea eliminar a Nicaragua de la lista de países elegibles para envíos de azúcar con aranceles bajos a los EE. UU., aumentando la presión sobre el gobierno del presidente Daniel Ortega, un líder autoritario con estrechos vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin.
El paso se produce como parte del cronograma de EE. UU. para las cuotas de importación de azúcar para el año fiscal que comienza en octubre, que será presentado por la oficina del Representante Comercial de EE. UU. el jueves. La lista que excluye a Nicaragua fue consultada por The Wall Street Journal.
EE. UU. permite que los países envíen cantidades específicas de azúcar a tarifas arancelarias relativamente bajas, antes de imponer tarifas más altas una vez que se cumplen las cuotas asignadas. Sin la cuota arancelaria preferencial, sería mucho más difícil para Nicaragua vender su azúcar en los EE. UU.
Para el año en curso, EE. UU. había asignado una cuota de 22,114 toneladas métricas de azúcar de caña sin refinar a Nicaragua, de sus asignaciones totales de 1,12 millones de toneladas.
Si bien el envío de azúcar de Nicaragua a los EE. UU. es relativamente pequeño, el aumento de las tensiones comerciales bilaterales podría infligir un daño económico significativo al país, que envió casi dos tercios de sus exportaciones totales en 2020, o aproximadamente $ 3.5 mil millones, a los EE. UU., según la Organización Mundial del Comercio.
El límite a las importaciones de azúcar es el último paso de Washington para presionar a Ortega, a quien Estados Unidos ha acusado de reprimir a los opositores políticos. El presidente Biden excluyó a Nicaragua, junto con Cuba y Venezuela, de la Cumbre de las Américas que organizó el mes pasado en Los Ángeles.
Ortega, un exguerrillero sandinista, fue reelegido para la presidencia de Nicaragua en noviembre pasado en elecciones ampliamente condenadas como una farsa. El gobierno de Ortega ha defendido la invasión rusa de Ucrania, negándose a unirse a otras naciones latinoamericanas para condenar a Putin
La acción sobre las importaciones de azúcar se produce cuando Biden busca contrarrestar la disminución de la influencia de EE. UU. en América Latina y contrarrestar la creciente influencia de China a través de la cooperación en áreas como la resiliencia de la cadena de suministro y la política climática. Al mismo tiempo, la respuesta a la pandemia.
Tal postura se combina con acciones contra las políticas gubernamentales perjudiciales para las empresas estadounidenses. El miércoles, EE. UU. inició un desafío contra la política energética de México, alegando que el país refuerza sus empresas estatales de energía y petróleo a expensas de las empresas estadounidenses.
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Este artículo ha sido traducido del inglés por Noris Argotte Soto para República.